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Los suelos y su biodiversidad son claves para el funcionamiento de los ecosistemas terrestres y nos brindan servicios ecosistémicos fundamentales para nuestro bienestar, como la producción de alimentos y el secuestro de carbono. 

Desde el Ministerio de Ambiente desarrollamos acciones integradas para la evaluación, conservación y restauración de los suelos y su biodiversidad, a través de la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles en distintos sectores productivos; el cuidado de los ecosistemas y la conservación de las áreas naturales protegidas; la restauración a través del control de especies exóticas invasoras  y la plantación de nativas, que promueven la salud de los ecosistemas y los servicios ecosistémicos que brindan, como por ejemplo el control de la erosión; además de acciones en territorio que apuntan a la mitigación y adaptación de los efectos que trae consigo el cambio climático; entre otras.

El informe “Estado del conocimiento de la biodiversidad del suelo”, publicado por la FAO en el año 2020, la define como la variedad de vida subterránea, desde los genes y las especies hasta las comunidades que forman, y señala que los suelos son uno de los principales reservorios mundiales de biodiversidad. Más del 40% de los organismos vivos de los ecosistemas terrestres están asociados durante su ciclo de vida directamente con los suelos, incluyendo bacterias, hongos, nematodos, ácaros, ciempiés y milpiés, colémbolos, hormigas, escarabajos de tierra y lombrices. 

Para salvaguardar los suelos y los ecosistemas, es necesario evitar tanto su pérdida como la de su diversidad biológica. La Decisión 15/28 sobre Diversidad biológica y agricultura el suelo de la última Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP 15),  reconoce que el suelo es uno de los recursos más vulnerables del mundo frente a la contaminación, el cambio climático, la desertificación, la degradación de las tierras, la sequía, el cambio en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas no sostenibles, y el aumento de la demanda de agua y producción de alimentos, la urbanización y el desarrollo industrial. 

Las actividades para promover la conservación, restauración y utilización sostenible de la diversidad biológica de los suelos y las funciones y los servicios de los ecosistemas que proporciona son fundamentales para el funcionamiento de sistemas agrícolas sostenibles, la seguridad alimentaria y nutricional de todos, la mitigación del cambio climático. Es por ello que la COP 15 adoptó un ‘’Plan de Acción para 2020-2030 de la Iniciativa Internacional para la Conservación y la Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica de los Suelos”, y lo considera un instrumento para apoyar la implementación del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

El objetivo general de este plan de acción “es integrar la ciencia, los conocimientos y la comprensión respecto de la diversidad biológica de los suelos en políticas públicas, a todos los niveles”. Plantea, asimismo, “fomentar una acción coordinada para invertir en evaluaciones de la diversidad biológica de los suelos a nivel mundial con el fin de salvaguardar y promover la conservación, restauración y utilización sostenible de la diversidad biológica de los suelos y sus funciones y servicios de los ecosistemas, que son esenciales para sostener la vida en la Tierra”.

En el Plan se reconoce al mismo tiempo que hay factores económicos, ambientales, culturales y sociales que contribuyen a la gestión sostenible de los suelos, y se apunta a promover la inversión en investigación, seguimiento y evaluación de la diversidad biológica de los suelos a nivel mundial.

A nivel nacional, Uruguay tiene previsto incorporar en su próxima Estrategia de la Diversidad Biológica los objetivos de este Plan de Acción que promueven la conservación, restauración y utilización sostenible de la diversidad biológica de los suelos.

Fuente: www.gub.uy/ministerio-ambiente