Los servicios de guardería asequibles y de calidad son inaccesibles en muchos de los países más ricos del mundo
Según un nuevo informe de UNICEF, Luxemburgo, Islandia, Suecia, Noruega y Alemania ocupan los primeros puestos en cuanto a oferta de guarderías entre los 41 países de la OCDE y la UE
Los servicios de guardería asequibles y de calidad son inaccesibles en algunos de los países más ricos del mundo, según afirma UNICEF en un nuevo informe publicado.
Luxemburgo, Islandia, Suecia, Noruega y Alemania ocupan los primeros puestos en cuanto a oferta de guarderías entre los países de ingresos altos. Eslovaquia, Estados Unidos, Chipre, Suiza y Australia ocupan los puestos más bajos.
Where Do Rich Countries Stand on Childcare? (¿En qué posición se encuentran los países ricos en materia de guarderías?), publicado por la Oficina de Investigación de UNICEF – Innocenti, clasifica a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Unión Europea (UE) en función de sus políticas nacionales sobre los servicios de guardería y la concesión de permisos parentales. Estas políticas incluyen la accesibilidad, la asequibilidad y la calidad del cuidado de los niños entre el nacimiento y la edad escolar.
“Para dar a los niños el mejor comienzo en la vida, tenemos que ayudar a los padres y madres a crear el entorno afectuoso y estimulante que resulta tan fundamental para el aprendizaje, el bienestar emocional y el desarrollo social de los niños”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “La inversión de los gobiernos en políticas favorables a la familia, incluidas las guarderías, garantiza que los padres dispongan del tiempo, los recursos y los servicios necesarios para apoyar a sus hijos en todas las etapas de su desarrollo”.
Los países mejor situados en la tabla clasificatoria del informe combinan la asequibilidad con la calidad de los servicios de guardería. Al mismo tiempo, ofrecen permisos de larga duración y bien remunerados tanto a las madres como a los padres, y les ofrecen la posibilidad de elegir cómo cuidar a sus hijos.
Los permisos prenatales, maternos y paternos remunerados ayudan a los progenitores a establecer un vínculo con sus bebés, favorecen un desarrollo infantil saludable, reducen la depresión materna y aumentan la igualdad de género. Sin embargo, el informe señala que menos de la mitad de los países ofrecen al menos 32 semanas de permiso con sueldo completo para las madres. Cuando ofrecen un permiso de paternidad –siempre bastante más corto–, pocos padres lo toman debido a los obstáculos profesionales y culturales, aunque esta tendencia está cambiando.
Mientras que un permiso bien diseñado ayuda a los progenitores durante los primeros momentos de la vida del niño, una vez que este apoyo termina y los progenitores están preparados para volver al trabajo, los servicios de guardería pueden ayudarles a asegurar un equilibrio entre el cuidado de sus hijos, el trabajo remunerado y la dedicación a su propio bienestar. Sin embargo, el final del permiso remunerado rara vez coincide con el inicio de los beneficios de un servicio de guardería asequible, y las familias tienen dificultades para subsanar este vacío.
La falta de guarderías asequibles es también un obstáculo importante para los progenitores que agrava las desigualdades socioeconómicas dentro de los países. En los hogares con ingresos altos, casi la mitad de los niños menores de 3 años se benefician de la enseñanza y de la atención para la primera infancia, frente a menos de 1 de cada 3 en los hogares con ingresos bajos. En Irlanda, Nueva Zelanda y Suiza, una pareja con un ingreso medio necesitaría gastar entre un tercio y la mitad de su salario para pagar el cuidado de dos niños. Mientras que la mayoría de los países ricos subvencionan en gran medida las guarderías para las familias vulnerables, las familias monoparentales con bajos ingresos de Eslovaquia, Chipre y Estados Unidos aún tendrían que pagar hasta la mitad de su salario.
El informe señala que los cierres de guarderías relacionados con la COVID 19 han sumido a las familias de niños pequeños en circunstancias aún más difíciles. Muchos progenitores han tenido que hacer grandes esfuerzos para compaginar el cuidado de los niños con las responsabilidades de su empleo, mientras que otros han perdido sus puestos de trabajo por completo.
UNICEF aboga por establecer al menos seis meses de permiso parental remunerado y el acceso universal a guarderías de calidad y asequibles desde el nacimiento hasta el ingreso de los niños en el primer grado de la escuela. UNICEF colabora con los gobiernos, la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado –que desempeña un importante papel a la hora de influir en las políticas– para abogar en favor de una mayor inversión en las familias.
El informe de investigación ofrece orientaciones sobre cómo los gobiernos y el sector privado pueden aprovechar sus políticas de atención a la infancia y los permisos parentales, entre otras cosas, mediante lo siguiente:
Establecer una combinación de permisos de maternidad, paternidad y parentales remunerados para madres y padres en el periodo prenatal y en el primer año completo de vida del niño.
Facilitar permisos parentales que tengan en cuenta el género y sean equitativos para garantizar que ninguno de los progenitores se vea sobrecargado con el cuidado del hogar.
Ofrecer permisos que estén disponibles para el personal a tiempo completo y para quienes tienen formas de empleo no estándar, como el tiempo parcial, y ayudas que incluyan los costes relacionados con el nacimiento y el cuidado para los progenitores que se encuentran en otras circunstancias de la vida, como las personas sin seguro.
Establecer un servicio de guardería asequible que comience al final del permiso parental, para que no haya un vacío en las ayudas disponibles.
Disponer de guarderías de calidad, accesibles, flexibles y asequibles para todos los niños, independientemente de sus circunstancias familiares.
Ofrecer guarderías públicas y reguladas para facilitar el acceso a las familias con bajos ingresos y garantizar la calidad de la oferta.
Invertir en el personal de las guarderías, en sus cualificaciones y en sus condiciones de trabajo, para fomentar los niveles más altos posibles de servicio.
Alentar a los empleadores para que ofrezcan permisos pagados inclusivos que tengan en cuenta las cuestiones de género, acuerdos laborales flexibles y sistemas de apoyo para el cuidado de los niños.
Alinear los servicios de guardería con otras políticas de atención familiar, como las prestaciones universales por hijos, para reducir el riesgo de que las desigualdades existentes en la infancia se reproduzcan en los centros públicos de atención infantil.
“Dar a los progenitores el apoyo necesario para que los niños tengan una base sólida no es sólo una buena política social, es una buena política económica”, dijo Fore.
Fuente: www.unicef.org