El viento, el sol y el agua son fuentes de energía renovables que podrían ayudarnos a alcanzar los objetivos de productividad alimentaria.
Energía: se utiliza para cocinar, calefacción, electricidad y transporte en muchos lugares del mundo
Pero, ¿sabías que también tiene un papel central a la hora de poner la comida en tu plato?
A nivel mundial, la cadena de valor agroalimentaria consume el 30 por ciento de la energía disponible en el mundo. Se necesita energía en la producción de cultivos, pescado, ganado y productos forestales, almacenamiento y procesamiento de alimentos, transporte y distribución de alimentos y, por supuesto, en la preparación de alimentos.
Aunque la disponibilidad de combustibles fósiles ha contribuido de manera significativa a alimentar al mundo, estas fuentes de energía son finitas y, en general, ambientalmente problemáticas.
La solución más viable para reducir el uso de combustibles fósiles en los sistemas agroalimentarios mientras se alcanzan los objetivos de productividad alimentaria es un cambio hacia fuentes de energía renovables más sostenibles. Esto incluye energía solar, energía eólica, hidroeléctrica y bioenergía. Al ampliar el acceso a la energía limpia, los actores a lo largo de la cadena de valor agroalimentaria pueden producir más alimentos y de mejor calidad y reducir las pérdidas de alimentos, mejorando los ingresos y los medios de vida. En resumen, la energía renovable es clave para la seguridad alimentaria y una transformación sostenible y respetuosa con el clima de los sistemas agroalimentarios.
Entonces, ¿cuáles son algunas de estas soluciones de energía limpia y cómo está ayudando la FAO a ampliar el acceso a ellas a nivel mundial?
1) Riego con energía solar en Ruanda
El distrito de Rulindo de Ruanda es un distrito agrícola conocido por muchos cultivos como mandioca, maíz y frijoles. La mayor parte del agua para cultivar estos cultivos proviene del río Yanze. Los agricultores tradicionalmente riegan con bombas manuales de pedal que necesitan al menos tres personas para pedalear, lo que requiere mucho trabajo y esfuerzo.
A través del proyecto KnoWat - Conocer mejor el agua, la FAO estableció sistemas de riego con energía solar para aumentar la eficiencia de los campos de riego y apoyar los medios de vida de los agricultores de la zona. El proyecto entregó tres bombas solares portátiles y accesorios a los agricultores de la Cooperativa de producción hortícola de productores de hortalizas Yanze. Esta es la primera vez que se introducen sistemas de riego con energía solar en el distrito de Rulindo.
A diferencia de los equipos de riego con bombas motorizadas, los agricultores no tienen que comprar combustible caro para hacerlos funcionar. Cada sistema de riego con energía solar puede suministrar 40 litros de agua por minuto, y el panel solar recolecta hasta 500 vatios de energía por día. El sistema puede regar campos a más de cuatro kilómetros de la presa. Al reducir parte del trabajo manual que consume mucho tiempo, el sistema de riego con energía solar también permite a los agricultores usar su tiempo de manera más eficiente, aumentando la productividad de sus granjas.
Los sistemas de riego con energía solar ahorran tiempo a los agricultores, aumentan la eficiencia de las granjas y apoyan los medios de vida locales.
2) Digestores de biogás para mantener la leche fresca en Tanzania
El biogás es un combustible renovable producido por la descomposición de materia orgánica, como restos de comida y desechos animales, y se puede utilizar como forma de energía limpia de diversas formas. A través del proyecto Inversión en tecnologías de energía sostenible en el sector agroalimentario (INVESTA), la FAO ha trabajado con entidades gubernamentales, financieras y del sector privado para promover el uso de sistemas de refrigeración de leche alimentados por digestores de biogás.
Los digestores de biogás son tanques grandes en los que se produce biogás mediante la descomposición de materia orgánica mediante un proceso llamado digestión anaeróbica. Se les llama digestores porque las bacterias comen y digieren este material orgánico para producir biogás. La combustión de biogás se puede utilizar para generar energía.
Estos digestores son excelentes soluciones para hogares sin conexión a la red con una pequeña cantidad de ganado. Cerca del 90 por ciento de los hogares rurales en Tanzania no tienen electricidad. Por lo tanto, cuando los productores de leche tienen problemas para entregar la leche de la tarde, la leche cruda generalmente se deja sin refrigerar durante la noche. Se pierde entre el 30 y el 40 por ciento de la leche, en gran parte por esta razón. Los sistemas de enfriamiento de leche impulsados por digestores de biogás hacen que la cadena de valor de los productos lácteos sea más eficiente y sostenible, ya que la leche se puede conservar durante más tiempo, lo que permite más tiempo para su uso o venta. La tecnología de biogás puede enfriar dos latas de leche de hasta 5 litros cada una.
La quema de residuos de cultivos es una de las causas del smog en Nueva Delhi. En su lugar, la FAO está trabajando para convertir los residuos de cultivos en bioenergía.
3) Los residuos de cultivos como bioenergía en India
Cada año, a fines de septiembre y octubre, los agricultores de las regiones indias de Punjab y Haryana, Rajasthan y Uttar Pradesh generalmente queman aproximadamente 35 millones de toneladas de desechos de cultivos después de la cosecha. Esto tiene muchas consecuencias negativas, incluido un aumento en los niveles de contaminación que puede provocar una niebla espesa en Nueva Delhi.
La FAO está trabajando ahora con el gobierno de la India para brindar apoyo técnico a través del Enfoque de Bioenergía y Seguridad Alimentaria (BEFS) para el desarrollo de una cadena de suministro de residuos de cultivos, de modo que la paja de arroz desechada se pueda recolectar, almacenar y convertir en otros productos.
Un equipo de expertos en energía sostenible de la FAO está utilizando las herramientas BEFS para identificar maquinaria que pueda cosechar, recolectar, rescatar y almacenar residuos de cultivos. Luego, estos pueden convertirse en briquetas y pellets que pueden reemplazar parcialmente al carbón en las centrales térmicas. La paja de arroz también se puede utilizar para producir biogás comprimido, que podría reemplazar al gas natural en el combustible de transporte. El enfoque BEFS ha sido desarrollado por la FAO para ayudar a los países a aprovechar esta tecnología y diseñar e implementar políticas y estrategias de bioenergía sostenible.
Si queremos producir suficientes alimentos para alimentar a nuestra creciente población, es clave hacer un cambio gradual hacia sistemas agroalimentarios energéticamente eficientes. Esto significa adoptar la innovación, aprovechar las tecnologías de energía renovable y crear cadenas de valor alimentarias más eficientes para impulsar el desarrollo sostenible a nivel mundial.
Fuente: www.fao.org