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PLATON |
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Platón
AD
Nombre
Platón (Πλάτων)
Nacimiento
c. 427 a. C./428 a. C.
Fallecimiento
347 a. C. (80/81 años)
Escuela/Tradición
Platonismo
Intereses principales
Retórica, Arte, Literatura, Epistemología, Justicia, Virtud,
Política, Educación, Familia, Militarismo
Ideas notables
Realismo platónico
Influido por
Sócrates, Homero, Hesíodo, Aristófanes, Esopo, Protágoras,
Parménides, Pitágoras, Heráclito, Orfismo
Influyó a
Aristóteles, Neoplatonismo, Cicerón, Plutarco, Estoicismo, Anselmo,
Descartes, Hobbes, Leibniz, Mill, Schopenhauer, Nietzsche,
Heidegger, Arendt, Gadamer y un sinnúmero de filósofos y teólogos
occidentales.
Platón fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de
Aristóteles, de familia nobilísima y de la más alta aristocracia.
Platón (junto a Aristóteles) es quién determino gran parte del
corpum de creencias centrales tanto del Pensamiento Occidental como
del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "Séntido Común"
del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de "Verdad" y
la división entre "doxa" & "episteme", hoy sabemos que Platón
combatió y popularizo ó demostro una serie de ideas enfrentadas a
filósofos Presocráticos y al de los Sofistas (muy populares en la
antigua Grecia). Su influencia como autor y sistematizador ha sido
incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha
dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a
sus trabajos. Entre sus obras más importantes se cuentan los
Diálogos y La República , en la cual elabora la filosofía política
de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e
influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de
cosmología racional influida por las matemáticas pitagóricas; y el
Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.
Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles.
Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió
sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de
la política, ética, metafísica y epistemología. Las obras más
famosas de Platón fueron sus diálogos. Si bien varios epigramas y
cartas también han perdurado.
Los diálogos de Platón tienen gran vitalidad y frecuentemente
incluyen humor e ironía. Por su método expositivo se considera a
Platón el filósofo más ameno.
A Sócrates lo menciona frecuentemente en los diálogos. Cuánto del
contenido y de los argumentos es obra de Sócrates o de Platón, es
difícil decir, por cuanto Sócrates no dejó evidencia escrita de sus
enseñanzas; esta ambigüedad es la que se conoce como el “problema
socrático”. No hay duda, sin embargo, que Platón fue influido
profundamente por las enseñanzas de Sócrates; de hecho sus primeras
ideas y ensayos lucen como adaptaciones de las de Sócrates.
Biografía
Platón, que realmente se llamaba Aristocles Podros, y cuyo seudónimo
Platón significa el de la espalda ancha, era hijo de una familia que
pertenecía a la aristocracia ateniense, concretamente a la familia
denominada Glaucón. Su nacimiento habría ocurrido en el séptimo día
del mes Targelión, equivalente a nuestro actual 7 de mayo. Su padre
se llamaba Aristón, descendiente de Codro, último Rey de Atenas, y
su madre Perictione, descendiente del legislador Solón, prima de
Critias. Durante su juventud luchó como soldado en las guerras del
Peloponeso de las cuales Atenas salió derrotada, y el poder y la
economía que ostentaba sobre el mundo griego cayó en las manos de
Esparta; así vivió las consecuencias de dicha guerra. A los 21 años
pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el cual produjo un gran
cambio en sus orientaciones filosóficas. Tras la muerte de Sócrates
en el 399 a. C., Platón se refugió en Megara durante un breve
espacio de tiempo, donde comenzó a escribir sus diálogos filosóficos.
Sus conocimientos y habilidades eran tales que los griegos lo
consideraban como hijo de Apolo y decían que en su infancia las
abejas habían anidado en sus labios como profecía de las palabras
melosas que salían de ellos.
Platón fue discípulo de Sócrates en su juventud y de acuerdo a sus
propias palabras, estuvo presente durante su juicio, pero no en su
ejecución. El trato que Atenas dio a Sócrates afectó profundamente a
Platón y mucho de sus primeros trabajos registran la memoria de su
maestro. Se dice que muchos de sus escritos sobre la ética estaban
dirigidos a evitar que injusticias como la sufrida por Sócrates
volvieran a ocurrir. Después de la muerte de Sócrates, Platón viajó
extensamente por Italia, Sicilia, Egipto y Cirene en busca de
conocimientos.
En el 396 a. C. emprendió un viaje de diez años por Egipto y
diferentes lugares de África e Italia. En Cirene conoció a Aristipo
y al matemático Teodoro. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquites
de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides.
En el 388 a. C. viajó a Sicilia y en Siracusa, donde quiso influir
en la política de Dionisio I y aprendió mucho de las formas de
gobierno que plasmaría después en La República (en griego politeia
que significa ciudadanía o forma de gobierno). Sus manifestaciones
políticas, que en algunos casos eran irreverentes con la clase
dominante, lo llevaron a prisión. De regreso a Grecia, su barco se
detiene en Egina, que estaba en guerra contra Atenas, en donde él es
vendido como esclavo, sin embargo Anníceris de Círene reconoció a
Platón en la venta de esclavos y le compró para devolverle la
libertad.
En el 361 a. C., tras recobrar su libertad, Platón compró una finca
en las afueras de Atenas, donde fundó un centro especializado en la
actividad filosófica y cultural, al cual llamó Academia. El nombre
procede de que en dicha finca existía un templo dedicado al antiguo
héroe llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente
hasta su clausura por Justiniano I en el 529 dc, pues veía en esta
una amenaza para la propagación del cristianismo. Muchos filósofos e
intelectuales estudiaron en esta academia, incluyendo a Aristóteles.
Platón también recibió influencias de otros filósofos, como
Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica se hacen eco en la
noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó
a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o
llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas
las cosas y quien influyó sobre el concepto de Platón acerca del
alma.
Platón murió en el 347 a. C., dedicándose en sus últimos años de
vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal.
Obra
Papiro Oxyrhynchus, con fragmento de La República La obra de Platón
está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas:
Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud. Se
caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente
influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología, Ion,
Critón, Protágoras, Laques, Trasímaco, Lisis, Cármides y Eutifrón.
Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones
políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la
reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Destacan:
Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor, Crátilo, Hipias Mayor y
Menéxeno.
Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce
explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y
desarrolla con más detalle la de la reminiscencia. Igualmente se
trata de distintos mitos. Destacan: El Banquete, Fedón, República y
Fedro.
Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas
anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina.
Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo,
Critias, Leyes y Epínomis.
Los personajes de los diálogos son generalmente personajes
históricos, como Sócrates, Parménides o Gorgias, aunque a veces
también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro
histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además,
que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates,
Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en
Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con
su maestro ni con ningún otro.
En la actualidad se cree que Platón escribió cuarenta y dos diálogos,
recopilados por sus discípulos y otros escritores contemporáneos (que
también escribieron sobre él). Además de los diálogos, se conservan
algunas cartas que Platón supuestamente escribió en sus años de
vejez. Si bien el carácter de algunas de ellas es apócrifo, otras,
como la Carta Séptima, son consideradas auténticas y resultan muy
importantes para reconstruir parte de la vida y el pensamiento
ulterior de Platón.
Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. En ella se
sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y
deficientes, y participan de otros entes, perfectos y autónomos
(Ideas) de carácter ontológico muy superior y de los cuales son
pálida copia, que no son perceptibles mediante los sentidos. Cada
Idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo
sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la
realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre mito
de la caverna, en La República. Para Platón, la única forma de
acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el
entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se
considera engañoso.
Es importante resaltar que la dicotomía entre un mundo inteligible y
otro mundo sensible es más bien un recurso pedagógico que suele
usarse para ilustrar la diferencia ontológica entre los entes
inteligibles y los sensibles. En el Timeo menciona también lo que
ahora conocemos como los sólidos platónicos.
Temas
A diferencia de Sócrates, Platón escribió profusamente acerca de sus
puntos de vista filosóficos, dejando un considerable número de
manuscritos como legado.
En las escrituras de Platón se pueden ver conceptos acerca de la
mejor forma de gobierno, incluyendo la aristocracia, democracia y
monarquía. Un tema central de su obra es el conflicto entre la
naturaleza y las creencias de la época concernientes al rol de la
herencia y del medio ambiente en el desarrollo de la personalidad y
la inteligencia del hombre mucho antes que el debate sobre la
naturaleza y la crianza del Hombre comenzara en la época de Thomas
Hobbes y John Locke.
Otro tema que trató Platón profusamente fue la dicotomía entre el
saber y la opinión, que anticipaba los debates más modernos entre
empirismo y racionalismo, y que posteriormente trataron los post-modernistas
y su oponentes al argüir sobre la distinción entre objetivo y
subjetivo.
Por otra parte, la historia de la ciudad y la isla (o quizá
península o delta de un gran río, del griego nēsos,νησος) perdida de
la Atlántida nos llegó como una «Historia Verdadera» a través de sus
obras Timeo y Critias, pues el mismo Platón usa la expresión griega
«Alêthinon Logon», que en aquellos tiempos se usaba para denominar a
una «historia que era verdadera», y como tal es traducida en todas
las versiones latinas de dichos diálogos, o sea, "veram historiam",
en franca contraposición al mito (gri. Mithos) o cuento fabulado.
Formas y bases
Platón escribió principalmente en forma de diálogo. En sus primeras
obras, diferentes personajes discuten un tema haciéndose preguntas.
Sócrates figura como personaje prominente, y por eso se denominan "Diálogos
Socráticos".
La naturaleza de estos diálogos cambió sustancialmente en el curso
de la vida de Platón. Es reconocido generalmente que las primeras
obras de Platón estaban basadas en el pensamiento de Sócrates,
mientras que las posteriores se van alejando de las ideas de su
antiguo maestro. En los últimos diálogos, que más bien tienen la
forma de tratados, Sócrates está callado o ausente, mientras que en
los inmediatamente anteriores es la figura principal y los
interlocutores se limitan a responder “sí”, “por supuesto” y “muy
cierto”. Se estima que si bien los primeros diálogos están basados
en conversaciones reales con Sócrates, los posteriores son ya la
obra e ideas de Platón.
La ostensible puesta en escena de un diálogo distancia a Platón de
sus lectores de la filosofía que se está discutiendo; uno puede
elegir dos opciones de percepción; una es participar en el diálogo y
las ideas que se discuten, o simplemente leer las respuestas de las
personalidades que intervienen en el diálogo.
La estructura en forma de diálogo permitió a Platón expresar
opiniones impopulares en boca de personajes antipáticos, tales como
Thraysymachus en La República.
Metafísica
Platón en su alusión al Mundo de las ideas.Se ha interpretado
tradicionalmente el Platonismo como una forma de dualismo metafísico,
a veces referido como Realismo Platónico o Exagerado. De acuerdo a
esto, la metafísica de Platón divide al mundo en dos distintos
aspectos; el mundo inteligible —el mundo del auténtico ser—, y el
mundo que vemos alrededor nuestro en forma perceptiva —el mundo de
la mera apariencia—. El mundo perceptible consiste en una copia de
las formas inteligibles o Ideas. Estas formas no cambian y sólo son
comprensibles a través del intelecto o entendimiento – es decir, la
capacidad de pensar las cosas abstrayéndolas de como se nos dan a
los sentidos. En los Libros VI y VII de la República, Platón utiliza
diversas metáforas para explicar sus ideas metafísicas y
epistemológicas:las metáforas del sol, la muy conocida "alegoría de
la caverna" y,la más explícita, la de la línea dividida.
En su conjunto, estas metáforas transmiten teorías complejas y
difíciles; está, por ejemplo, la Idea del Bien, a la que tiene como
principio de todo ser y de todo conocer. La Idea de Bien realiza
esto en la manera similar que el sol emana luz y permite la visión
de las cosas y la generación de éstas en el mundo perceptivo.
En el mundo perceptivo, las cosas que vemos a nuestro alrededor no
son sino una ligera resemblanza con las formas más reales y
fundamentales que representa el mundo inteligible de Platón. Es como
si viéramos una sombra de las cosas, sin ver las cosas mismas; estas
sombras son una representación de la realidad, pero no la realidad
misma .
A pesar de muchas críticas sobre su supuesto 'dualismo', Platón se
refiere a un único universo. A modo pedagógico desdobla el universo
en dos y, como quien saca una foto de un paisaje, describe una
realidad compleja en dos dimensiones: su línea donde asienta la
parte del universo que el ser humano puede percibir por los sentidos
y la parte del universo que actúa como causa del anterior y que el
ser humano puede aprehender por medio de la hipótesis de la
hipótesis superior. Así, quien mira el paisaje se dará cuenta que es
imposible que el paisaje 'sea' meramente lo que la fotografía
muestra.
En el primer segmento de esta línea asienta los objetos que son
perceptibles por los sentidos y a la vez los divide en dos clases y
refiere para cada tipo de objeto una forma en que el alma conoce
estos objetos. La primera son las imágenes o sombras que se
desprenden de los objetos físicos imágenes de las que se puede
obtener un conocimiento casi nulo, por tanto, el ser humano imagina
qué pueden ser estas sombras. En la segunda división de este primer
segmento asienta a los objetos físicos que tienen una doble papel,
son generados por lo que llamará seres inteligibles inferiores y
superiores a la vez que con otros elementos generan las
sombras. A estos corresponde la operación de la creencia porque al
estar en constante cambio por estar sujetos al tiempo y al espacio
nunca 'son'.
En el segundo segmento de la línea Platón asienta los objetos que
sin poderse percibir por los sentidos son percibidos por el alma y
son los generadores de los que se encontraban en el primer segmento
de la línea y también la divide en dos. En la primera parte de este
segudo segmento asienta los seres inteligibles inferiores, los
principios matemáticos y geométricos. Estos entes todavía guardan
algún tipo de relación con la parte del universo sensible porque se
los puede representar ; la operación que realiza el alma para
aprehender estos conceptos es el entendimiento. En la última parte,
asienta los seres inteligibles superiores, aquellas ideas que solo
pueden ser definidas por otras y que de ninguna manera pueden ser
representadas para la percepción sensorial ; para comprenderlos el
alma se dispone hacia ellos utilizando la inteligencia.
Así para la primera sección Platón entendió que la imaginación y la
creencia, es decir, la mera descripción de lo que se percibe, puede
dar como resultado una opinión. Sin embargo el entendimiento y la
inteligencia son para Platón aquellas operaciones de las que se
obtiene el conocimiento.
La metafísica de Platón, y particularmente el dualismo entre lo
inteligible y lo perceptivo, inspiró posteriormente a los pensadores
Neoplatónicos, tales como Plotino y Gnostis, y a otros realistas
metafísicos.
Si bien las interpretaciones de las escrituras de Platón han
tenido una inmensa popularidad en la larga historia de la filosofía
occidental, también es posible interpretar sus ideas en una forma
más conservadora que favorece la lectura desde un punto de vista
epistemológico más que metafísico como sería el caso de la metáfora
de la Cueva y la Línea Dividida (ahora bien, también hay autores
importantes que hablan de la necesidad de realizar una
interpretación fenomenológica sobre Platón para lograr ver al autor
más allá de las capas históricas que lo incubren debido a sus otras
interpretaciones menos afortunadas). Existen obvios paralelos entre
la alegoría de la Cueva y la vida del maestro de Platón, Sócrates,
quien fue ejecutado en su intención de abrir los ojos a los
atenienses. Este ejemplo revela la dramática complejidad que
frecuentemente se encuentra bajo la superficie de los escritos de
Platón (no hay que olvidar que en la República, quien narra la
historia es Sócrates).
Epistemología
Las opiniones de Platón también tuvieron mucha influencia en la
naturaleza del conocimiento y la enseñanza las cuales propuso en el
Menón, el cual comienza con la pregunta acerca de si la virtud puede
ser enseñada y procede a exponer los conceptos de la memoria y el
aprendizaje como un descubrimiento de conocimientos previos y
opiniones correctas que son correctas pero no tienen una clara
justificación.
Platón afirmaba que el conocimiento estaba basado esencialmente en
creencias verdaderas justificadas; una creencia influyente que llevó
al desarrollo más adelante de la epistemología. En el Theaetetus,
Platón distingue entre la creencia y el conocimiento por medio de la
justificación. Muchos años después. Edmund Gettier demostraría los
problemas de las creencias verdaderas justificadas en el contexto
del conocimiento.
El Estado
Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones
sociales, particularmente en cuanto al estado o gobierno ideal. Hay
discrepancias entre sus ideas iniciales y las que expuso
posteriormente. Algunas de sus más famosa doctrinas están expuestas
en la República.
Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura
tripartita de clases la cual respondía a una estructura según el
apetito, espíritu y razón del alma de cada individuo:
Artesanos o labradores – Los trabajadores correspondían a la parte
de “apetito” del alma.
Guerreros o guardianes – Los guerreros aventureros, fuertes,
valientes y que formaban el “espíritu” del alma.
Gobernantes o filósofos – Aquellos que eran inteligentes, racionales,
apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos formaban
la “razón” del alma.
De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia
ateniense, como existía en aquella época, eran rechazados en esta
idea y muy pocos estaban en capacidad de gobernar. En lugar de
retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría son
las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u
oligarquía. Como Platón decía:
Hasta que los filósofos gobiernen como reyes o, aquellos que ahora
son llamados reyes y los dirigentes o líderes, puedan filosofar
debidamente, es decir, hasta tanto el poder político y el filosófico
concuerden, mientras que las diferentes naturalezas busquen solo uno
solo de estos poderes exclusivamente, las ciudades no tendrán paz,
ni tampoco la raza humana en general.
Platón describe a estos “reyes filósofos” como aquellos que “aman
ver la verdad esté donde esté con los medios que se disponen” y
soporta su idea con la analogía de un capitán y su navío o un médico
y su medicina. Navegar y curar no son prácticas que todo el mundo
esté calificado para hacerlas por naturaleza. Gran parte de La
República está dedicada a indicar el proceso educacional necesario
para producir estos “filósofos reyes”.
Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se
describe en La República la califica Sócrates como una ciudad ideal,
la cual se examina para determinar la forma como la injusticia y la
justicia se desarrollan en una ciudad. De acuerdo a Sócrates, la
ciudad “verdadera” y “sana” es la que se describe en el libro II de
La República, que contiene trabajadores, pero no tiene los
reyes-filósofos, ni poetas ni guerreros.
Fuente: Wikipedia.org
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