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LLEGO EL HOMBRE A LA LUNA ?
Esta es una
pregunta que surge como consecuencia muchas veces de "la desconfianza
general" que la política y los gobiernos generan en la opinión pública y
porque siempre hay personas que desconfían de todo y más que nada si
viene de los organismos oficiales.
Creemos que si
el hombre llegó o no a la Luna es un hecho menor. Si no lo hizo es
porqué no quiso hacerlo ya que los medios tecnológicos estaban y están
más aún ahora.
En lo personal
creemos que Sí, que el hombre llegó a la Luna. Este
hecho, que fue una hazaña digna de del inteligencia humana, también
implicó un gran paso tecnológico, del conocimiento y la definitiva toma
de conciencia de nuestra pequeñez en la
escala del Universo.
Artículo de
Wikipedia.Org sobre el tema
Las acusaciones de conspiración en los alunizajes del Programa Apolo
constituyen una teoría de conspiración que afirma que los alunizajes del
programa Apolo jamás ocurrieron, sino que fueron falsificados por la
NASA.
Los proponentes tienen como principales justificaciones las
controversias surgidas por algunas fotografías y el contexto de Guerra
Fría en el que se produjeron los alunizajes. Sin embargo, científicos,
técnicos e interesados en la historia de la exploración espacial han
dado explicaciones racionales a las controversias, de modo que rechazan
estas afirmaciones calificándolas de infundadas y de no poseer rigor
científico alguno.
Los denunciantes de la conspiración argumentan que las filmaciones
reales también se hicieron en un escenario como éste.
Esta creencia afirma que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de
1969 y las siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron
filmadas en la Tierra. La idea adquirió bastante popularidad después del
estreno de la película de ciencia-ficción Capricorn One (Capricornio
Uno, en castellano), que muestra a la NASA intentando falsificar un
aterrizaje en Marte. También es posible que una corta secuencia de la
película de James Bond, Diamonds Are Forever (Diamantes para la
eternidad, 1971) que parece mostrar a Sean Connery caminando a través de
un estudio donde se simulan los alunizajes coincida con las primeras
insinuaciones de que los alunizajes fueron falsificados. En 1967, el
dramaturgo británico Desmond Lowden escribió un guion llamado The News-Benders
en el cual todos los principales avances tecnológicos de 1945 eran
simulados. El guion fue presentado en enero de 1968 y mostraba la
falsificación de un alunizaje con maquetas.
En su libro Un hombre sobre la Luna, Andrew Chaikin menciona que en el
momento de la misión del Apolo 8 en la órbita lunar en diciembre de
1968, esas historias de conspiración circulaban como rumores de hechos
ciertos. La Sociedad de la Tierra Plana lanzó una de las primeras quejas
sobre la veracidad de las misiones Apolo. Afirmaban que varias de las
fotografías del Apolo 8 con la Luna en primer plano y la Tierra como
fondo eran falsas. La primera razón de su declaración era que no se
ajustaba a su creencia de que la Tierra es plana. El primer
intento de establecer estas denuncias como hechos concretos fue la
publicación por Bill Kaysing del libro Nunca fuimos a la Luna (1974).
Aunque quizá uno de los más conocidos sea NASA Mooned America (La NASA
«alunó» a EE. UU., en castellano; 1992) escrito por Ralph Rene.
De acuerdo con una encuesta de Gallup de 1999, cerca del 6% de la
población de EE. UU. tiene dudas sobre la veracidad de la llegada a la
Luna. Aunque 6% literalmente se traduce en millones de personas no es
inusual encontrar que en una encuesta típica muchas personas están de
acuerdo con cualquier pregunta que se les haga. Así que la mejor
interpretación es que esta teoría en particular no está ampliamente
extendida».
Reacción de la NASA
La reacción inicial de la NASA ante las acusaciones fue de indiferencia
general. Finalmente encargó en 2002 al ingeniero espacial y escritor
James Oberg la publicación de un libro en el que se refutaran las
afirmaciones de conspiración. Sin embargo, pocos días después la NASA se
retractó, por miedo a la mala publicidad. Oberg anunció que continuaría
con el libro de manera independiente, analizando también en él los
orígenes socioculturales de las «teorías» sobre conspiraciones.
Philip Plait, uno de los más entusiastas refutadores de las creencias
sobre conspiraciones acerca del viaje a la Luna, dice que sería
apropiado que la NASA diera respuesta a las preguntas hechas, y según él
la NASA se niega a responder a las preguntas de los acusadores porque
considera de «escasa dignidad» el verse obligada a hacerlo. Por otro
lado, James Oberg afirma que la reacción oficial de la NASA en la
televisión ha sido bastante torpe y contraproducente cuando Brian Welch,
un alto funcionario del departamento de relaciones públicas de la NASA,
afirmó que todas las acusaciones eran falsas pero no se molestó en
proporcionar demasiada evidencia.
Hipótesis de conspiración
Las acusaciones sobre la falsificación de los alunizajes son teorías
sobre conspiraciones o afirmaciones de que conspiradores en posesión de
conocimiento secreto engañaron al público en pos de fines ocultos. En el
caso de los alunizajes, el motivo sería el afán de los EE. UU. de
descender en la Luna antes que su rival en la carrera espacial,la
entonces URSS.
Falsacionismo
Los críticos con la creencia en la falsificación de los alunizajes del
Apolo dicen que no es falsable y por tanto no es una teoría sino más
bien una creencia acerca de una compleja conspiración social.
Un ejemplo de las dificultades para proporcionar evidencia científica
del alunizaje humano es el hecho de que las misiones Apolo 11, 14 y 15
dejaron retrorreflectores sobre la superficie lunar, que formaban
parte del equipo de experimentos (ALSEP), donde los científicos pueden
reflejar rayos láser para medir la distancia de la Tierra a la Luna.
Estos reflectores generalmente se ofrecen como evidencia de los
alunizajes, pero los denunciantes de la conspiración alegan que los
reflectores pudieron ser dejados allí por misiones no tripuladas. La
misión rusa Lunokhod, por ejemplo, dejó un espejo francés sobre la
superficie de la Luna. El punto principal es que los restos mecánicos no
se pueden usar, estrictamente, como evidencia de alunizaje humano.
Sin embargo, no se ha proporcionado evidencia alguna de que esas
misiones no tripuladas tuvieran lugar, a pesar de que países como la
Unión Soviética, y otros, habrían tenido motivos para denunciarlo si se
hubiera dado el caso, y de que los lanzamientos espaciales están
controlados por astrónomos aficionados y por los observadores de
satélites.
Otra posibilidad sería el uso de telescopios poderosos para ver los
sitios de alunizaje del Apolo. Se podría así ver la supuesta evidencia
dejada por los astronautas sobre la superficie de la Luna.
Desafortunadamente los telescopios no son tan poderosos como para
detallar el módulo lunar y mucho menos las huellas dejadas por las
pisadas de los astronautas.
Los astronautas de las misiones Apolo trajeron unos 382 kg de rocas
lunares, que han sido utilizadas por geólogos de decenas de
instituciones científicas para avanzar en el conocimiento de la geología
de la Luna. Algunas de las características de estas rocas no pueden ser
reproducidas a partir de rocas terrestres, como alegan los denunciantes
de la conspiración. Las rocas lunares carecen de agua (al contrario que
las terrestres), su superficie está literalmente bombardeada por la
acción de pequeños micrometeoritos a lo largo de millones de años, y
contienen isótopos de algunos elementos en proporciones diferentes a las
de la Tierra. Asimismo, las rocas lunares traídas por los vuelos Apolo
tienen las mismas características que las muestras recogidas por las
sondas lunares automáticas de la URSS.
Adicionalmente, decenas de astrónomos, profesionales y aficionados,
fotografiaron las naves Apolo en sus viajes hacia la Luna y los
radioaficionados pudieron seguir las conversaciones de los astronautas a
través de modestos radiotelescopios, apuntándolos hacia la región exacta
del cielo donde se encontraba la nave.
Principales proponentes
* Bill Kaysing: antiguo empleado del Departamento de Publicaciones de
Rocketdyne (empresa contratista de la NASA). Aunque era licenciado en
literatura inglesa y no tenía formación técnica, publicó en 1974 el
libro Nunca fuimos a la Luna, que lo convirtió en el padre de la
hipótesis del fraude lunar.
* David Percy: experto en fotografía y audiovisuales. Autor del
documental ¿Qué sucedió en la Luna?, sostiene que los errores en las
fotografías lunares son tan obvios que él cree que fueron hechos a
propósito por personal interno de la NASA para avisar al público sobre
el montaje.
* Ralph Rene: inventor autodidacta y editor. Autor del libro NASA Mooned
America (1992).
* Bart Sibrel: periodista y director de cinematografía. Autor del
documental Algo extraño sucedió en el viaje a la Luna. Afirma que
ninguno de los viajes tripulados a la Luna tuvo lugar.
* Richard Hoagland: ufólogo y denunciante de la conspiración. Sostiene
que los astronautas encontraron extraterrestres en la Luna y la NASA
decidió ocultarlo trucando las fotografías.
* Jack White: fotógrafo profesional. Denunciante de aparentes
irregularidades en las fotografías tomadas en el satélite. Analiza
detalladamente en su publicación las muchas fotografías de los
vuelos Apolo comparándolas entre ellas y mostrando coincidencias que
según él prueban que aún siendo ciertos los alunizajes, las imágenes
mostradas no proceden de la Luna.
Defensores de los alunizajes
* Todos los astronautas de las misiones Apolo (que alunizaron) han
corroborado que estuvieron en su superficie con sus testimonios, en
múltiples entrevistas y conferencias, siendo el más activo Edwin Aldrin.
* La comunidad científica internacional en general respalda la veracidad
de los alunizajes, y en concreto varios científicos han respondido con
mayor detalle las acusaciones de fraude:
o Phil Plait: astrofísico y divulgador científico. Mantiene la página
web Bad Astronomy, que rebate creencias y «teorías» pseudocientíficas,
dedicada a rebatir creencias pseudocientíficas sobre astronomía y
ciencia en general.
o James Oberg: ingeniero, escritor y experto en historia espacial (sobre
todo en el programa espacial de la URSS).
o Harald Lesch: físico, profesor de la Universidad Sternwarte de Múnich
y presentador del programa de divulgación científica Alfa Centauro,
donde ha realizado explicaciones físicas al respecto.
o James V. Scotti: astrónomo estadounidense.
o Jay Windley: ingeniero aeroespacial, quien ha participado en
documentales como The Truth Behind the Moon Landings, además de disponer
una página web, Clavius Moon Base, donde se rebaten los argumentos
conspiradores.
* Miembros de agencias espaciales y organizaciones científicas ajenas a
la NASA, como Prakash Chauhan, de la Organización de Investigación
Espacial India (ISRO), quien ha afirmado comprobar mediante
observaciones independientes (de la sonda Chandrayaan 1) los restos de
los alunizajes.
Motivos
Sibrel argumenta que el fraude fue realizado debido a que existía la
percepción de que si EE. UU. ponía un hombre en la Luna antes que la
Unión Soviética, esto significaría la primera gran victoria en la Guerra
Fría —puesto que los soviéticos ya habían sido los primeros en poner un
satélite artificial en órbita (Sputnik, 1957), el primer hombre en el
espacio, y el primer paseo espacial—, en una década turbulenta para EE.
UU. durante la cual sólo tenía para mostrar una serie de fracasos, entre
los que se destacaban el desastre de la Invasión de Bahía de Cochinos,
el asesinato de Martin Luther King, la guerra de Vietnam, el asesinato
de John F. Kennedy, el surgimiento de la Contracultura de los sesenta,
etc.
Aquellos que niegan las creencias conspirativas afirman que este mismo
argumento haría que fueran los soviéticos los primeros interesados en
detectar un fraude y los únicos con los equipos necesarios para hacerlo.
Al no haber publicado tales pruebas habría que llegar a la extraña
conclusión de que ellos fueron cómplices en contra de sus propios
intereses.
Controversias.
A continuación se presentan algunos de los argumentos y contraargumentos.
1. ¿Por qué la bandera estadounidense ondea en algunas fotografías y
vídeos si no hay viento en la Luna?
* En las fotografías se puede observar que la bandera tenía un mástil
superior para que permaneciera extendida (ver, por ejemplo,
as11-40-5874). Los astronautas movían la bandera al colocarla, y tenía
arrugas y ondulaciones por haber estado replegada durante el viaje hacia
la Luna, lo que le daba en las fotografías una apariencia que puede
confundirse con la de una bandera ondeando. Sin embargo, en los vídeos
grabados en la Luna se puede observar que la bandera queda completamente
quieta poco después de que los astronautas dejan de moverla, y
permanecía así mientras los astronautas no la movieran. Además, el hecho
de que en la superficie lunar no haya atmósfera hace que no exista
resistencia al movimiento: es por eso que la bandera permanece en
movimiento durante un mayor período de tiempo.
2. Los astronautas tomaron miles de fotografías, todas ellas
perfectamente expuestas y enfocadas. Los rollos de repuesto no fueron
afectados por la intensa radiación cósmica sobre la Luna, condición ésta
que debió haberlos dañado. Ellos lograron ajustar sus cámaras, cambiar
los rollos y cambiar filtros con sus trajes presurizados.
* Muchas de las fotografías tienen defectos: o están desenfocadas o
veladas. Las fotografías y los vídeos de los paseos lunares se pueden
consultar en el Apollo Lunar Surface Journal. Las cámaras fueron
modificadas a pedido por el fabricante, Hasselblad, para que pudiesen
afrontar las condiciones de vacío y radiación que tienen lugar en el
espacio.
3. Hay fotógrafos que afirman que las fotos son falsas. Muchas de las
fotos de los paisajes lunares de la NASA no tienen sombras paralelas.
Este tipo de sombras sólo se pueden crear con varias fuentes de luz o
con un foco cercano, pero la única fuente de luz en la Luna es el Sol.
* Si hubiera varias fuentes de luz los astronautas y objetos tendrían
más de una sombra, cosa que no sucede. Las sombras no paralelas se
producen debido al «efecto de perspectiva» que sucede también en la
Tierra. Las sombras, además, no tienen por qué ser paralelas en un
terreno irregular, como es el caso de la Luna.
4. La bandera y las palabras «United States» siempre brillan, aun cuando
todo es oscuro alrededor. Algunas de las fotografías fijas no encajan
con las tomas de vídeo; sin embargo, la NASA afirma que las tomó al
mismo tiempo.
* La superficie lunar refleja parte de la luz del Sol, iluminando las
partes oscurecidas del módulo, cuyo material era además reflectante. No
es cierto que las fotografías no coincidan con los vídeos grabados.
Científicos y geólogos de todo el mundo las han analizado durante
décadas, sin hallar ninguna anomalía.
5. El espacio exterior está inundado de radiación mortal que emana del
Sol; sin embargo, ningún astronauta contrajo cáncer. Ni siquiera la
tripulación del Apolo 16, quienes iban en dirección a la Luna cuando se
presentó una protuberancia solar que debió haberlos asado literalmente.
* No hay constancia de que hubiera una erupción solar importante durante
el vuelo del Apolo 16. Hubo varias en agosto de 1972, después de que el
Apolo 16 hubiera regresado (en abril) y antes del vuelo del Apolo 17 (en
diciembre de ese mismo año).
Fotografía del módulo lunar del Apolo 11 en la superficie lunar. Los
denunciantes de la conspiración afirman que debería haber un cráter
debajo de él creado por las gases de la tobera al alunizar.
* Jack Swigert, de la misión Apolo 13, falleció de cáncer óseo varios
años después de su viaje a la Luna, poco antes de tomar cargo como
diputado por Colorado, aunque no se puede saber si su enfermedad pudo
ser debida al viaje espacial.
6. El módulo de aterrizaje pesaba 17 toneladas; aun así, no deja en la
Luna huellas tan profundas como las de las pisadas de los astronautas.
Ni siquiera el poderoso cohete propulsor del módulo de aterrizaje deja
rastros debajo de él. Debió haber creado un cráter bajo el cohete;
sin embargo, parece no haberse encendido nunca. Los denunciantes de la
conspiración creen que los motores tendrían al menos suficiente potencia
para levantar el polvo debajo del módulo cuando éste aterrizaba. Si esto
es verdad, ¿cómo se produjeron las famosas huellas de las botas de Armstrong si todo el polvo había sido soplado?
Módulo lunar del Apolo 15.
* El módulo lunar pesaba entre 15 y 17 toneladas en la Tierra. En la
Luna la gravedad es aproximadamente seis veces menor, y el combustible
que se gastaba antes de alunizar constituía una buena parte del peso,
por lo que el peso del módulo en la superficie de la Luna se situaba
entre 1200 y 1600 kilogramos.
* La idea de que debió haberse formado un cráter debajo del módulo lunar
es errónea y está basada en pura especulación. Segundos antes de
alunizar, el módulo sólo tenía que contrarrestar su peso, que era de
unos 1400 kg (3100 libras). Por tanto, el motor del módulo tenía que
proporcionar un empuje similar (incluso algo menor). Dividiendo esa
fuerza (1400 kg) entre la superficie de salida de la tobera, obtenemos
la presión con la que salían expulsados los gases: aproximadamente 1,5
PSI (libras por pulgada cuadrada), presión que disminuía aún más debido
a la rápida expansión de los gases en el vacío, por lo que no era
suficiente para crear un cráter, aunque sí para levantar algo de polvo
lunar, tal y como se muestra en las grabaciones de los alunizajes
realizadas desde la ventana del módulo y alterar levemente el suelo,
como de hecho muestran las fotografías (por ejemplo: as14-66-9258 y
as11-40-5921).
* Adicionalmente, el polvo de las inmediaciones no habría sido removido
puesto que la ausencia de aire en la Luna evita la aparición de viento
en el alunizaje, por lo que la posibilidad de dejar huellas no se ve
afectada.
7. Se argumenta que la ausencia de estrellas en las fotografías de la
Luna es inaceptable, a pesar de la falta de atmósfera para oscurecer la
visión. Yuri Gagarin dijo que las estrellas eran tremendamente
brillantes. Sin embargo, las fotografías de la NASA no muestran
estrellas en el cielo lunar. Se alega que la razón por la cual no
aparecen estrellas en las fotos es porque los astrónomos calcularían sus
posiciones y configuración y notarían algo incorrecto; por lo tanto, el
montaje sin estrellas era más fácil de manejar.
* Tampoco aparecen estrellas en las fotografías tomadas desde el
transbordador espacial, la estación espacial Mir o la Estación Espacial
Internacional. La razón es que son demasiado débiles para ser captadas
en la imagen fotográfica. Es necesario un tiempo de exposición mayor de
20 segundos, y el tiempo de exposición de las fotografías de las
misiones Apolo era de una fracción de segundo. Las fotografías
espaciales en las que aparecen estrellas son de larga exposición.
* La visibilidad de las estrellas por parte de los astronautas depende
mucho de las condiciones de observación. Gagarin, por ejemplo, pasó
buena parte de su vuelo a la sombra de la Tierra, debido a que su nave
volaba en una órbita baja. Esto facilitaba que sus ojos se acostumbrasen
a la penumbra y fuera más fácil ver las estrellas. Lo mismo ocurre en
los vuelos del transbordador espacial. Sin embargo, los vuelos Apolo
salían de la sombra proyectada por la Tierra en cuanto se alejaban de
ésta, y por tanto era más difícil para los astronautas divisar las
estrellas.
8. La pureza del oxígeno en el módulo lunar habría derretido la cubierta
de la cámara Hasselblad, produciendo gases venenosos. ¿Por qué no les
pasó nada a los astronautas?
* La cubierta de las cámaras Hasselblad utilizadas en los vuelos Apolo
no era la misma que la de las unidades normales que vendía Hasselblad.
Fue modificada para adaptarla a las condiciones que se iban a encontrar
en el espacio.
9. Los denunciantes de la conspiración afirman que no se puede producir
una llama en el vacío por la falta de oxígeno. Sin embargo, tomas del
módulo del Apolo 11 muestran llamas que salen de la tobera.
* El combustible del módulo lunar era hidracina, que reaccionaba
espontáneamente en contacto con tetróxido de dinitrógeno, sin necesidad
de oxígeno ni chispa. En realidad, las imágenes del motor del módulo
lunar prácticamente no muestran una llama. Como es bien sabido por los
ingenieros químicos, la hidracina es un combustible hipergólico, esto
es, que no produce llama al quemarse.
10. Las huellas son el resultado del peso desplazando al aire o la
humedad entre las partículas de polvo o arena. Los astronautas dejaron
huellas por todos lados.
* No es necesario que haya humedad para dejar huellas en un terreno.
Una de las primeras imágenes del primer paso en la Luna por Neil
Armstrong.
Imagen de la salida a la superficie de Buzz Aldrin, fotografiado por
Armstrong.
11. Las imágenes de televisión del Apolo 11 eran bastante malas; sin
embargo, éstas mejoraron mágicamente en las siguientes misiones.
* El Apolo 11 no utilizó una antena de alta ganancia, como las que
utilizaron las misiones posteriores. Esta antena era capaz de transmitir
imágenes en color.
12. ¿Por qué la mayoría de las fotos de los Apolo tienen líneas claras
de definición entre el frente y el fondo?
* Es lógico esperar una mayor nitidez en las fotografías lunares. Allí,
al no haber atmósfera, los objetos lejanos (montañas, etc.) no se ven
tan borrosos como pueden aparecer aquí en la Tierra.
13. ¿Por qué una de las fotografías muestra una roca marcada con la
letra «C» mayúscula sobre otra «C» marcada sobre el suelo lunar?
* En realidad, la «C» es un pelo introducido durante el revelado, como
quedó demostrado en la ampliación de la imagen que realizó el Instituto
Lunar y Planetario. La imagen que contiene la «C» no es la original;
es una de las muchas copias de cada fotografía. La «C» no aparece en
ninguno de los originales de la fotografía; ni tampoco en ninguna de las
copias de la fotografía anterior, as16-107-17445, tomada con unos
segundos de diferencia, y que muestra la misma roca. Esos pelos o fibras
aparecen en otras fotografías, debido al mismo motivo. Una copia de la
imagen as11-40-5961 muestra incluso cuatro pelos.
* La marca similar que parece verse en el suelo está formada por la
sombra de piedras más pequeñas, y se pueden encontrar sombras similares
en otras fotografías lunares, que se pueden confundir por pareidolia con
objetos reales.
14. ¿Cómo fue que la antena de fibra de vidrio del Gemini 6A sobrevivió
el tremendo calor al entrar de nuevo en la atmósfera?
* Este argumento se refiere a una misión muy anterior, del programa
Gémini, y por tanto tiene muy poco que ver con la discusión lunar. Sin
embargo, puede pensarse que es un asunto que se debe aclarar: la antena
en concreto era retráctil y estaba en posición replegada durante la
reentrada.
15. En la película de Ron Howard Apollo 13 (1995), los astronautas
pierden la energía eléctrica y empiezan a preocuparse de morir
congelados. En realidad, por supuesto, ellos estaban sometidos al
constante bombardeo de los rayos solares que rápidamente calentaron el
vehículo a temperaturas letales, sin atmósfera en la cual disipar el
calor.
* Es falso que un objeto sólo pueda disipar calor en la atmósfera. Se
puede disipar calor en forma de radiación en el vacío del espacio. Es un
concepto muy básico de termodinámica. Aunque una nave espacial esté
siendo calentada por una parte, la mitad que se encuentra en sombra
disipa calor al vacío del espacio.
16. ¿Quién se arriesgaría a usar el módulo lunar sobre la Luna cuando
jamás se realizaron pruebas de simulación del alunizaje?
* Claro que se hicieron pruebas del alunizaje, tanto en la Tierra como
en el espacio. La tripulación del Apolo 9 voló el módulo lunar en órbita
terrestre, y el Apolo 10 probó el módulo lunar a escasos kilómetros
sobre la superficie lunar.
17. El módulo lunar, por su peso y tamaño, no era capaz de escapar de la
gravedad de la Luna, ni contenía el suficiente combustible para hacerlo.
* Los cálculos para comprobar la capacidad de una nave para situarse en
órbita son sencillos, y pueden encontrarse en páginas especializadas. Como es obvio, los científicos soviéticos eran los
más interesados en comprobarlo, y ni ellos ni la enorme cantidad de
ingenieros aeronáuticos del resto del mundo ha denunciado anomalía
alguna. Se tiende a comparar erróneamente la potencia necesaria para
poner en órbita terrestre el transbordador espacial, con el módulo
lunar. En la Luna no es necesario vencer la resistencia de la atmósfera,
ya que ésta es prácticamente inexistente allí, y la gravedad es un sexto
de la terrestre. El transbordador en la superficie terrestre pesa 91 000
kilogramos (sin el tanque externo ni los cohetes laterales), mientras
que el módulo en la superficie lunar pesaba entre 1200 y 1600
kilogramos. Además, el módulo lunar sólo necesitaba colocarse en órbita,
ya que el impulso para escapar finalmente de la gravedad lunar y
regresar a la Tierra lo proporcionaba el módulo de mando, después del
reacoplamiento.
18. En lugar de ser capaces de saltar 3 metros (10 pies) en una gravedad
de un sexto de la terrestre, el salto más alto de los astronautas fue de
50 cm (19 pulgadas).
* Al haber riesgo de rotura del traje por una mala caída, los
astronautas evitaron hacer movimientos exagerados. No es cierto que el
salto más alto fuera de 19 pulgadas (50 cm). Según informó Neil
Armstrong, llegó a dar saltos de 5 ó 6 pies de altura (1,5 y 1,8 metros
respectivamente), aunque dejó de intentarlo debido al riesgo de caída.
19. Aunque el movimiento lento de la fotografía tienen una apariencia
convincente de baja gravedad, no pudo disimular el hecho de que los
astronautas se desplazaban entre pasos una distancia similar a la de los
pasos en la Tierra.
* Los defensores de la falsificación de los alunizajes alegan que la
apariencia de ausencia de gravedad se hizo con una serie de cables de
los que colgaban los astronautas y luego pasados a cámara lenta. El que
la distancia de los pasos sea mayor o sea menor es una cuestión un tanto
subjetiva sobre la que puede haber varias interpretaciones. Sin embargo,
el polvo que levantaban las ruedas del róver lunar describen una
parábola perfecta para después caer sobre el suelo lunar, debido a la
ausencia de aire. En la Tierra eso no pasa; el aire hace que el
polvo se levante y flote. No existe todavía tecnología suficiente para
imitar en la Tierra las condiciones de vacío para que se lleve a cabo
algo semejante.
El róver lunar del Apolo 15.
20. Si el róver se estaba moviendo sobre una gravedad de un sexto,
entonces debió haber requerido un ancho de 20 pies (6 metros) para
evitar que se volcara en cada curva. El róver lunar tenía el mismo
tamaño que un coche normal.
* Lo único que tenía que ver el róver lunar con un coche normal, era el
tamaño, y con matices, puesto que medía 3,1×1,8 metros, y sus ruedas
tenían 81 cm de diámetro. Su peso era de 209 kg en la Tierra, y de 34,7
kg en la Luna, y fue un complejo trabajo de ingeniería. Para evitar que
volcara, la velocidad estaba limitada a 14 kilómetros por hora, y tenía
tracción a las cuatro ruedas. Además estaba diseñado para poder subir
cuestas de hasta 30 grados. Usaron materiales muy ligeros para su
construcción, y podía aguantar hasta el doble de su propio peso. Fue
usado en las misiones Apolo 15, Apolo 16 y Apolo 17. El diseño y la
construcción corrió a cargo, entre otras compañías, de la Boeing.
21. Un astrofísico que trabajó para la NASA escribió que se necesita un
escudo de dos metros de grosor para protegerse contra las protuberancias
solares y que las protuberancias solares más grandes emiten miles de
decenas de rems en una hora. Los científicos rusos calcularon en 1959
que los astronautas necesitaban un escudo de 4 pies de grosor (1,2
metros) para protegerlos sobre la superficie lunar. ¿Por qué los
astronautas de las misiones Apolo 14 y 16 no murieron después de ser
expuestos a esa inmensa radiación? ¿Y por qué sólo ahora la NASA empieza
a estudiar un método para medir los niveles de radiación en la Luna y
los efectos sobre los humanos si ellos ya hicieron eso anteriormente?
* El argumento se refiere al científico John Mauldin. Sin embargo, la
cita de Mauldin se refería al viaje interestelar (es decir, fuera
del Sistema Solar), donde la radiación es mucho mayor y se recibe
durante mucho más tiempo que en los viajes a la Luna.
* El supuesto estudio soviético de 1959 que afirma que se necesita un
escudo de 4 pies de grosor (1,2 metros) contra la radiación,
sencillamente no existe, dado que ningún teórico de la conspiración ha
sido capaz de dar referencias sobre el mismo. El hecho de que el diseño
de la nave rusa destinada al viaje lunar tripulado en los años sesenta
fuera similar al de la nave Apolo, demuestra que no era necesario un
escudo de ese grosor. Los rusos abandonaron su programa lunar tripulado
a principios de la década de los setenta por diversas causas. En las misiones Apolo, los astronautas llevaban dosímetros
para medir el nivel de radiación, pero no realizaron un estudio
exhaustivo de la radiación en la Luna. Actualmente esto se realiza
mediante sondas no tripuladas, porque es importante conocerlo con mayor
exactitud, de cara a una futura estancia permanente en la Luna.
22. La tela de los trajes espaciales está apuntada con cremalleras.
Debió haber escapes de aire puesto que aun el agujero de un alfiler
desinfla un neumático en poco tiempo.
* La cremallera exterior del traje no era la que retenía la presión del
aire. Los trajes están compuestos de varias capas interiores con
diferentes funciones. La más interna retenía la presión mediante juntas
de goma, tal y como ocurre en los trajes actuales.
23. Los astronautas que vestían estos trajes presurizados podían doblar
los dedos, muñecas y rodillas fácilmente a una presión de 5,2 PSI
(libras por pulgada cuadrada), aun así la pera de velocidad de un
boxeador (punching ball) es prácticamente imposible de doblar a una
presión de 4 PSI. Los astronautas se verían como globos si sus trajes
hubieran sido presurizados a esos niveles.
* La presión interna de los trajes Apolo es similar a la de los trajes
espaciales actuales, que los astronautas de la NASA utilizan en los
paseos espaciales del transbordador espacial y la Estación Espacial
Internacional. Y no hay ningún problema de este tipo. Las juntas que
necesitan flexibilidad (codos, rodillas, etc.) tienen un diseño surcado
por pliegues que permite doblarlas ligeramente.
24. La NASA se tomó el trabajo de llevar róvers a la luna por valor de
varios millones de dólares, pero nunca se tomó la molestia de llevar
telescopios para fotografiar las estrellas sin la interferencia de
atmósfera. Algo que era el sueño de muchos astrónomos. ¿Cómo pudieron
pasar por alto eso?
* Falso. Los astronautas del Apolo 16 llevaron a la superficie de la
Luna un telescopio de luz ultravioleta, que obtuvo 178 imágenes de
diversas regiones del cielo durante su estancia. Los resultados de este
experimento fueron publicados en el Apollo 16 Preliminary Science Report
y en la revista Science en 1972 (G. R. Carruthers, y T. Page: «Apollo 16
far-ultraviolet camera/spectrograph - Earth observations», en revista
Science, pp. 788-791, vol. 177, septiembre de 1972).
25. Un vídeo secreto sacado a la luz demuestra que la histórica escena
de la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 habría sido un
fraude. En él se observa que uno de los astronautas está bajando del
módulo lunar cuando se cae un foco de la escenografía. De inmediato
ingresan al decorado una serie de técnicos para arreglar el desperfecto
y seguir con la grabación.
* El vídeo es falso, e incluso ha merecido una entrada en la página de
referencia sobre leyendas urbanas Snopes.com. El vídeo surgió en la
página moontruth.com, donde tras mostrarlo se especificaba que se
trataba de una broma. La página original ha desaparecido, pero se puede
consultar en el Internet Archive, una organización que guarda una
versión caché de millones de páginas de Internet desde 1996.
Fotografías de los lugares de alunizaje
En 2002, se sugirió que con la entrada en funcionamiento del telescopio
europeo Very Large Telescope se podrían observar desde la Tierra objetos
del tamaño de los restos dejados en la Luna, según los registros del
proyecto Apolo.
Sin embargo, esta hipótesis sobreestimaba las capacidades reales del VLT.
En modo interferométrico (VLTI), se espera que el telescopio alcance una
resolución angular menor de 0,002 segundos de arco a una longitud de
onda de 2 µm. Debido a la gran cantidad de espejos involucrados en el
sistema VLTI, una importante fracción de la luz se pierde antes de
llegar al detector. La técnica de interferometría es muy eficiente sólo
para observar objetos lo suficientemente pequeños (alejados) como para
que toda su luz esté concentrada. No es factible observar un objeto con
un brillo superficial relativamente bajo, como la Luna, porque su luz es
muy tenue. Sólo objetos con temperaturas superiores a 1.000 °C tienen un
brillo superficial lo suficientemente elevado como para ser observados
en la región del infrarrojo medio, y deben estar a varios miles de
grados Celsius para poder observarlos en el infrarrojo cercano con el
VLTI. Esto incluye a la mayoría de las estrellas en la vecindad del Sol
y muchos objetos extragalácticos, como núcleos brillantes de galaxias
activas, pero deja fuera de las observaciones interferométricas a la
mayoría de los objetos del Sistema solar.
Hasta julio de 2009, las únicas fotografías de los lugares de alunizaje
que mostraban los módulos lunares eran las obtenidas desde órbita lunar
por los módulos de mando respectivos, que contaban con una cámara de
alta resolución, y la sonda Clementine en los años 90. Tras su
entrada en órbita lunar en 2009, la sonda de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter fotografió los módulos de las misiones Apolo y
sus sombras en la superficie lunar.
Fotografía del lugar del alunizaje del Apolo 17 captada por la sonda
Lunar Reconnaissance Orbiter.
Fotografía del lugar del alunizaje del Apolo 11 captada por la sonda
Lunar Reconnaissance Orbiter.
Filmes y vídeos
* Operación Luna: falso documental francés que especula con la
posibilidad de que la llegada del hombre a la Luna por parte del Apolo
11 fuera un monumental engaño encargado por el entonces presidente
Richard Nixon, y que las imágenes del hecho fueran rodadas en un estudio
por Stanley Kubrick, quien por entonces rodaba 2001, una odisea en el
espacio. El «documental» ha sido emitido en varios países el Día de los
Inocentes.
* El programa de televisión Mythbusters (‘cazadores de mitos’) dedicó un
especial a las acusaciones de falsificación en los alunizajes. El
programa (episodio 121), emitido el 27 de agosto de 2008 y con el título
«NASA Moon landing», confirmaba la versión oficial punto por punto.
* NASA - Apolo 11, Cómo fue hecho - Vídeo en inglés que muestra a los
astronautas del Apolo 11 simulando una toma del alejamiento de la Tierra
durante el viaje.
* El vídeo en cuestión es una grabación de los astronautas preparándose
en el módulo de comando para una retransmisión en directo (haciendo
pruebas de lo que dirán, experimentando con diferentes posiciones de la
cámara, etc.) por lo que no constituye una prueba de ningún montaje. El
vídeo está en dominio público desde hace décadas, y está disponible, por
ejemplo, en el DVD del Apolo 11 de la página Spacecraft Films, que
compila retransmisiones espaciales y otros materiales sobre
astronáutica.
* ¿Qué sucedió en la Luna?, parte I: analiza y estudia las montañas al
fondo de las fotografías lunares y afirma que todas las montañas tienen
las mismas formas y pendientes en todas las misiones Apolo, lo cual es
prueba de que el mismo estudio fue utilizado para realizar las tomas.
También argumenta que se simularon los saltos en un ambiente de 1/6 de
gravedad mediante el uso de cables que levantan y sostienen a los
astronautas. Incluye una entrevista con un experto de la compañía de
cámaras Hasselblad, que según la NASA fue usada para la toma de
fotografías por los astronautas sobre la Luna.
* El vídeo es incoherente en muchos sentidos. Las misiones Apolo
alunizaron en sitios muy diferentes desde el punto de vista visual y
geológico. Por ejemplo, el Apolo 11 y el Apolo 12 alunizaron en regiones
llanas (el Mar de la Tranquilidad y el Mar de las Tormentas,
respectivamente). En cambio, el Apolo 15 alunizó muy cerca del monte
Hadley, el Apolo 16 en la región montañosa llamada Descartes y
el Apolo 17 en el valle de Taurus-Littrow, regiones todas ellas que
se diferencian claramente.
* ¿Qué sucedió en la Luna?, parte II
Este vídeo estudia las dificultades tecnológicas que cualquier misión
especial enfrenta en un intento de viaje a la Luna. Una de ellas es la
necesidad de proteger a los astronautas de radiación letal de la
magnetosfera (cinturones de Van Allen). El vídeo denuncia que la NASA
trató de abrir un túnel a través de los cinturones de Van Allen mediante
la explosión en el espacio de una bomba de un megatón a 248 millas de
distancia de la Tierra, pero el resultado de la explosión causó el
efecto no deseado de intensificar los campos de radiación y crear un
tercer cinturón interno a los cinturones naturales cuya intensidad de
radiación era mayor que la de los cinturones naturales.
Denuncia también cooperación secreta entre los soviéticos y los
estadounidenses para llevar a cabo los montajes, como por ejemplo que
los rusos enviarían a la Luna instrumentos repetidores para hacer
simular transmisiones hechas desde la Luna. El vídeo también denuncia
que el viaje del primer hombre en el espacio, Yuri Gagarin, llevaba la
cápsula vacía, mientras Gagarin permaneció en la Tierra. La presunta
colaboración entre soviéticos y estadounidneses es extraña debido a que
el supuesto fraude lunar se realizó precisamente para embaucar a los
soviéticos.
* La detonación a la que el vídeo hace referencia, conocida como
Starfish Prime, fue llevada a cabo por el ejército de Estados Unidos, no
por la NASA, y su objetivo no era «abrir un túnel» en los cinturones de
Van Allen, sino que estaba enmarcada en los proyectos de prueba de
bombas nucleares a gran altitud en la atmósfera. La explosión creó un
tercer cinturón de radiación, pero no es cierto que fuera más intenso
que los naturales (los autores del vídeo no proporcionan ninguna
referencia científica), y se disipó en pocos años. La idea de que la
radiación espacial es mortal para los astronautas ya se ha comentado en
el argumento 21 (ver más arriba).
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