LIMPIEZA DE ALFOMBRAS
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Limpieza de Alfombras.
Las alfombras en el Mundo
ALFOMBRA PERSA:
La Alfombra persa es un elemento esencial del arte y de la cultura persa,
cuya confección se ha convertido en un arte. El tejido de alfombras es, sin
lugar a dudas, una de las más elevadas manifestaciones de la cultura y del
arte persas, que se remontan a la Edad del Bronce.
El lujo al que se asocian las Alfombras persas forma un sorprendente
contraste con sus modestos inicios entre las tribus nómadas de Persia. La
Alfombra era un bien necesario para protegerse del rudo invierno.
Posteriormente, se convirtió en una vía de expresión artística por la
libertad que conlleva principalmente la elección de colores vivos y de los
motivos empleados. Los secretos de fabricación han pasado de generación en
generación. Los artesanos utilizaban los insectos, las plantas, las raíces,
las cortezas y otros temas como fuente de inspiración.
A partir del siglo XVI, la fabricación de Alfombras se desarrolló hasta
convertirse en un arte de pleno derecho.
Primeras Alfombras:
Con el tiempo, los materiales usados en el Alfombra, como la lana, la seda o
el algodón, se degradan. Por esto, los arqueólogos no han podido realizar
descubrimientos interesantes sobre los restos más antiguos.
Sin embargo, en una única excavación, llevada a cabo en 1949, se descubrió
una excepcional Alfombra Pazyryk en medio de los hielos del valle Pazyryk,
en los montes Altai en Siberia. Se encontró en la tumba de un príncipe
escita descubierta por un grupo de arqueólogos rusos bajo la supervisión de
Sergei Ivanovich Rudenko. Las pruebas de carbono 14 demuestran que la
Alfombra Pazyryk se tejió en el siglo V a. C. Mide 1,83 metros de ancho por
2 metros de largo y tiene 3.600 nudos simétricos por decímetro cuadrado. La
avanzada técnica de tejido usada en esta Alfombra demuestra una clara
experiencia en el dominio de este arte. La mayoría de expertos cree que el
Alfombra Pazyryk es el resultado de una larga evolución de la técnica de
fabricación de Alfombras de al menos un milenio. Según esta teoría, la
aparición de la técnica de tejido de Alfombras dataría de al menos 3.500
años.
Pero todo lo que queda como vestigio del tejido de Alfombras en los tiempos
antiguos se limita a algunos trozos de Alfombras mal conservados. Estos
fragmentos no son muy útiles para reconocer las características de las
técnicas de tejido de Alfombras del periodo pre-selyúcida (s.XI-XII) en
Persia. No obstante, existen menciones escritas de la existencia de
Alfombras en Asia occidental durante la época preislámica, pero es imposible
saber si eran de nudos o tejidas. Algunos fragmentos de Alfombras de nudos
proceden de la época sasánida, y fueron descubiertos en Shahr-e Qumis.
Las más viejas piezas descubiertas son las que se encontraron en el este del
Turquestán, y datan de los siglos III al V de la era cristiana, así como
algunos tejidos a mano de los Selyúcidas de Asia menor, expuestos en la
mezquita Ala'edin en Konya y en la mezquita Ashrafoghlu en Beyshehir
(Turquía). Estas piezas atrajeron la atención de los investigadores a
inicios del siglo pasado, y se conservan en el museo de las artes turcas e
islámicas de Estambul y en el museo
Según Kurt Erdmann, los Alfombras de Oriente no se importaron a Europa antes
del siglo XIII.1 En efecto, en los cuadros de Giotto (1266-1337) aparecen
Alfombras presumiblemente de origen persa; posiblemente fue el primero en
representarlas, seguido de Van Eyck (v. 1390 - 1441), Mantegna (1435-1506),
Van Dyck (1599-1641) y Rubens (1577-1640). Los Alfombras que adquirieron los
europeos eran demasiado valiosas para ponerlas en el suelo, tal como se
hacía en Oriente. Los términos usados en los inventarios venecianos muestran
que los Alfombras se ponían sobre mesas (tapedi da desco, tapedi da tavola)
o arcones que servían de asiento (tapedi da cassa);1 las pinturas europeas
confirman estos usos.
Se han conservado muchas Alfombras (entre 1.500 y 2.000) del periodo
safavida, pero la datación y el establecimiento de la procedencia de estas
Alfombras es muy difícil. Aún se conservan muchas más de la era Qajar y
Pahlevi. Las inscripciones (véase aquí) son una valiosa indicación para
determinar los artesanos, los lugares de fabricación, los que hacían el
encargo, etc. Además, una vez que se ha fabricado un Alfombra y permanece en
un lugar determinado, permite identificar otras piezas relacionadas.
Los especialistas aceptan generalmente que fueron los Safavidas quienes
hicieron evolucionar la producción artesanal de Alfombra asegurada por las
tribus nómadas al estado de « industria nacional », cuyos productos se
exportaban a la India, al Imperio otomano y a Europa.3 La exportación de
Alfombras a Europa (a veces a través de la colonia portuguesa de Goa4 ) y al
imperio Mogol (donde los Alfombras persas estimularon la producción local)
fue un negocio floreciente en el periodo safavida. Algunas Alfombras
safavidas fueron transportadas por la Compañía Holandesa de las Indias
Orientales hacia Batavia, Ceilán, Malasia y Kochi, así como a la misma
Holanda. Se hicieron a Persia algunos pedidos europeos para la confección de
Alfombras especiales: por ejemplo, el grupo de los « Alfombras polacas » fue
tejido sin duda alguna en Isfahán, pero algunas llevan el escudo de Polonia.
A partir de relatos de viajeros y otras fuentes textuales,5 parece que
existían talleres de Alfombras reales en Isfahan, Kashan y Kermán. Estos
talleres producían Alfombras para los palacios y mezquitas del Sah, y
también para ser ofrecidas a los monarcas vecinos o a los dignatarios
extranjeros, e incluso se realizaban piezas bajo pedido de la nobleza u
otros ciudadanos. Quien hacía el encargo aportaba capital bajo la forma de
materias primas y pagaba un salario a los artesanos mientras duraba el
trabajo.
El rápido desarrollo de la industria del Alfombra en Persia en la época
safavida parece deberse a la inclinación de los soberanos hacia este
artesanado. Ismael I, el Sah Tahmasp y el Sah Abás el Grande son conocidos
por haberse interesado personalmente por la producción de Alfombras. También
se supone que los dos últimos soberanos citados estaban implicados
personalmente en la producción de Alfombras, particularmente en el diseño de
los motivos.6 Durante su reinado, la producción de Alfombras persas fue la
más importante de toda la época safavida.
Aunque los Safavidas transformaron la fabricación de Alfombras en producción
nacional, las tribus nómadas y los pequeños talleres urbanos continuaron
produciendo Alfombras persas, incluso después de la invasión afgana de 1722,
que puso fin a la dinastía — y, por tanto, a su mecenazgo a favor de la
producción de Alfombras. Sin embargo, está demostrado que Nadir Shah y Karim
Khân Zand mandaron realizar Alfombras en el sur de Persia, reanudando
relaciones con el mecenazgo real. Cierto es que con la instauración de la
dinastía Qajar en (1797) la producción de Alfombras floreció de nuevo,
fomentada sobre todo por la demanda local. La exportación quedó un poco
desperdigada hasta que una confluencia de factores provocó un rápido
crecimiento de las exportaciones. En efecto, a principios de la segunda
mitad del s.XIX, la pebrina alcanzó Persia y causó una fuerte disminución de
la producción de seda, que hasta ese momento era una importante exportación
del país. Paralelamente, una fuerte demanda europea de Alfombras de Oriente
como resultado de la exposición de Viena en 1873, además de la emergencia de
una clase media importante en Gran Bretaña, abrió un mercado importante en
Persia, que buscaba un producto alternativo a la seda para la exportación. A
partir de final de los años 1870, Persia empieza a exportar masivamente a
Gran Bretaña (dos compañías inglesas, Messrs. Ziegler & Co. y Hotz & Co.
fundan manufacturas en Irán), a Francia (un comprador de los Grandes
Almacenes del Louvre se provee anualmente) y a los Estados Unidos.
Desgraciadamente, el fin del periodo Qajar viene marcado por una paradoja.
Por un lado, se producen alfombras de lujosa seda, igualando las del siglo
XVII. Por otro, la calidad general de las alfombras se deteriora tras la
introducción de colorantes sintéticos en Persia, prohibidos por el gobierno
en 1877.
Producción contemporánea de Alfombras.
Las dos guerras mundiales representan un periodo de declive para las
alfombras persas. La producción se reanuda después de 1948, y desemboca en
lujosísimas alfombras gracias al mecenazgo de los Pahlevi. En 1949, el
gobierno iraní organiza una conferencia en Teherán para remediar los
problemas de descenso de la calidad de las alfombras, constatados desde
hacía más de sesenta años (uso de anilina y de colorantes al cromo, descenso
de la calidad de los diseños, uso del nudo jofti). A raíz de esta
conferencia, el gobierno tomó una serie de medidas que condujeron a una
renovación de la alfombra persa.
Tras la revolución islámica la producción de alfombras persas disminuyó
extraordinariamente ya que el nuevo régimen consideraba las alfombras como
un « tesoro nacional » y rechazó su exportación a Occidente. Esta política
se abandonó en 1984, habida cuenta de la importancia de las alfombras como
fuente de ingresos. Las exportaciones conocieron un nuevo desarrollo a
finales de los años 1980 y de la guerra Irán-Iraq. Entre marzo y agosto de
1986 triplicaron su valor (de 35 millones de dólares USA a 110 millones) y
doblaron su peso (de 1154 toneladas a 2845), lo cual contribuyó a una bajada
mundial en el precio de las alfombras.
Hoy en día, las técnicas tradicionales de tejido están bien vivas, a pesar
de que lo esencial de la producción de alfombras se ha mecanizado. Las
alfombras tradicionales tejidas a mano se compran en el mundo entero y
generalmente son mucho más caras que las confeccionadas a máquina. En el
museo de la alfombra de Irán, en Teherán, pueden admirarse muchas piezas
selectas de alfombras persas.
En la actualidad en Irán se han estado desarrollando piezas que provienen de
los ya tradicionales gabbeh, de largo pelo y diseños abstractos realizados
por tribus nomadas los cuales utilizan sus experiencias y aventuras para
realizar los diseños de sus Alfombras. Los Alfombras Amaleh son una versión
moderna de estos Alfombras, con un mayor número de nudos lo que da como
resultado Alfombras más finos con diseños más simples y modernos. Kashkuli
la calidad más alta de este tipo de Alfombras con un gran número de nudos.
Hay cuatro tipos de telares: el telar horizontal, el telar vertical fijo, el
telar vertical de tipo Tabriz y el telar vertical de enjullos rodantes.
El telar horizontal es el más primitivo de los cuatro. En la actualidad sólo
lo utilizan los nómadas. Consiste simplemente en dos varas de madera entre
las cuales se tienden los hilos de lana en sentido longitudinal. Durante el
trabajo, los hilos de la urdimbre se mantienen tensos gracias a dos postes
atados a las extremidades de cada vara y clavados en el suelo. Este telar es
fácilmente transportable cuando la tribu se desplaza.
El telar vertical fijo, empleado casi exclusivamente en los centros de
producción de menor importancia, es también un modelo rústico. Se trata de
un marco vertical cuyos travesaños soportan las extremidades de dos varas
redondas y paralelas llamadas enjullos. Entre estos dos enjullos se fijan
los hilos de la trama. El tejido empieza siempre por abajo. Durante el
trabajo, el obrero está sentado en un tablón que se apoya en los barrotes de
dos andamios fijados en los travesaños verticales del telar. Conforme el
anudado progresa, el tablón que sirve de asiento debe elevarse al mismo
tiempo que la alfombra. Este tipo de telar se usa para alfombras cuya
longitud no supere la del telar, es decir tres metros.
El telar llamado de Tabriz representa una mejora del telar vertical. Fue
inventado por los artesanos de esta población. Se usa un poco en todas
partes en los grandes centros de producción en Irán. En este tipo de telar,
los hilos de la urdimbre se van enrollando del enjullo superior a la bobina
inferior, bajo la cual pasan antes de volver hacia el enjullo superior. Este
sistema presenta la ventaja de poder anudar piezas de igual longitud a dos
veces la altura del telar.
El último tipo de telar, de enjullos rodantes, representa la versión más
evolucionada del telar vertical. Todo el hilo de urdimbre necesario para el
anudado de la alfombra está enrollado en el enjullo superior, mientras que
en la bobina inferior se enrolla la alfombra según va avanzando el trabajo.
Este telar permite confeccionar alfombras de cualquier longitud.
Herramientas utilizadas en la fabricación de
Alfombras.
Las herramientas utilizadas en la confección de una alfombra son pocas y muy
simples. El cuchillo sirve para cortar las hebras del nudo; completamente de
metal, a veces está dotado de un gancho que sirve para anudar (sobre todo en
Tabriz). El peine o carda está hecho de varias láminas de metal cuyos
extremos se separan para formar los dientes. Sirve para apretar el o los
hilos de la trama contra la hilera de nudos. Las tijeras, planas y largas,
se usan para repasar las hebras de la alfombra.
Las materias primas
Los materiales necesarios para la confección de una alfombra persa son la
lana, la seda y el algodón. La lana y la seda se usan sobre todo para el
terciopelo de la alfombra, y raramente en la urdimbre y la trama, que
normalmente son de algodón. La lana de oveja es la que más se usa, en
particular la de fibra larga (extraída de las paletillas y los costados del
animal). La lana de cordero es asimismo muy apreciada. Se llama kurk a la
lana de buena calidad, y la peor se denomina tabachi. Las lanas más
reputadas proceden del Jorasán o de las tribus luras y kurdas.
El algodón se usa exclusivamente para la urdimbre y la trama. En ciertos
tipos de alfombra, como los de Qom o de Na'in, se mezcla con el terciopelo
de lana un hilo de seda. En las alfombras más valiosas el terciopelo es de
seda. En algunas alfombras antiguas se emplearon hilos de oro, de plata o de
seda rodeados de un hilo de metal precioso. Actualmente, la urdimbre y la
trama son siempre de algodón (excepto para algunas alfombras nómadas
totalmente de lana), porque es más sólido y resistente y permite un mejor
cuidado de la alfombra.
Los tintes.
La paleta de colores tan variada de las alfombras persas es, en gran medida,
responsable de su renombre.
La lana para teñir se coloca primero en un baño concentrado de alumbre que
actúa como « mordiente ». Después, se tiñe con un baño colorante y,
finalmente, se pone a secar al sol.
Antes de la aparición de los tintes sintéticos (la anilina se descubrió en
1856 y la aparición de los colorantes en Persia fue a finales del siglo XIX),
los tintoreros empleaban solamente tintes naturales, provenientes de
sustancias vegetales. Algunos de los tintes empleados eran:
El rojo obtenido de la raíz de grana, que crece silvestre en una gran parte
de Irán.
Las hojas del índigo daban un azul que podía ser muy oscuro, casi negro.
Las hojas de la vid proporcionaban los amarillos, también obtenidos a partir
del azafrán (color más delicado), cultivado en el Jorasán.
El verde se obtenía mezclando azul y amarillo con sulfato de cobre.
Los colores naturales de la lana proporcionaban los grises y el marrón, que
puede obtenerse también de la cáscara de nuez.
Se emplea la lana natural de oveja o el pelo de camello negro para el color
negro, para el cual se usa también el óxido de hierro contenido en la nuez
de galla que afecta a los robles.
Hoy en día, la mayoría de los tintoreros usan colorantes sintéticos (excepto
entre los nómadas, que todavía usan los tintes naturales); muchos de ellos
son colorantes al cromo, que tienen más ventajas que la anilina y han
permitido bajar los costes.
En ciertas alfombras, y en algunos lugares o en el fondo, es posible que la
tintura cambie. Este cambio de color se llama abrash, y es la prueba de que
la alfombra se ha teñido con tintes vegetales.
La urdimbre y la trama
La urdimbre es el conjunto de hilos verticales tendidos entre los dos
extremos del telar. Los flecos de la alfombra son los extremos de los hilos
de la urdimbre.
La trama consta de uno o más hilos transversales (generalmente dos, uno
flojo y otro tenso), dispuestos entre dos hileras de nudos. La trama sirve
para apretar los nudos en hileras paralelas y garantiza la solidez de la
alfombra. La trama se comprime mediante un peine especial (ver imagen más
arriba).
Los nudos
Nudos en la fabricación de Alfombras
Hay dos tipos de nudos: el ghiordes o turkbâf y el senneh, o farsbâf. El
turkbâf se usa principalmente en Turquía y en el Cáucaso. El farsbâf (fars
significa « persa) » se utiliza sobre todo en Persia.
En el turkbâf, la hebra de lana se enrolla alrededor de dos hilos de la
urdimbre, de manera que se forma una espiral cuyas extremidades vuelven a
aparecer entre los dos hilos (ver dibujo al lado).
En el farsbâf, la hebra de lana forma una única espiral alrededor de uno de
los dos hilos de la urdimbre.
Algunos tejedores, queriendo ganar tiempo (aunque se resiente la calidad de
la alfombra), anudan las hebras de lana en dos hilos de la urdimbre. Los
nudos se llaman entonces turkbâf jofti o farsbâf jofti.
El artesano empieza siempre tejiendo un orillo debajo de la alfombra. El
orillo es un borde apretado hecho de muchos hilos de la trama que impide que
la alfombra se deshilache o que los nudos se destensen. Cuando se acaba el
orillo, puede empezarse el anudado. Cada hebra de lana se anuda en dos hilos
contiguos de la urdimbre. Son estas hebras de lana las que formarán el «
terciopelo » de la alfombra. Cuando se termina una hilera, el tejedor pasa
un hilo de la trama, una vez por delante, otra por detrás, de cada hilo de
la urdimbre. Después de cada nudo, el tejedor corta la hebra de lana a unos
siete cm del nudo y tira de ella hacia abajo; esto determina el « sentido »
de la alfombra. En efecto, una de las características de las alfombras
persas es que parecen totalmente diferentes según el ángulo de visión y la
incidencia de la luz. Cada cuatro o seis hileras, el artesano realiza un
primer corte del terciopelo. Solamente cuando se acaba el anudado de la
alfombra se iguala la superficie del terciopelo. Si la alfombra es de buena
calidad, se cortará muy al raso. Por el contrario, se cortará más larga si
la calidad del anudado es menor.
Es la calidad del anudado la que determina la calidad y el precio de una
alfombra persa. Una alfombra de calidad media contiene 2.500 nudos por
decímetro cuadrado, una alfombra de baja calidad solamente 500 nudos por
decímetro cuadrado. Una alfombra de excelente calidad puede contener hasta
10.000 nudos por decímetro cuadrado.
Tamaños de la Alfombras:
Ghali (literalmente « alfombra »): designa las alfombras de grandes
dimensiones, de más de 190x280 cm.
Dozar o Sedjadeh: empleados indiferentemente. El nombre procede de do, « dos
» y zar, una medida persa correspondiente a aproximadamente 105 cm. Estas
alfombras miden unos 130-140 cm de ancho por 200-210 cm de largo.
Ghalitcheh: Alfombra del mismo tamaño que las precedentes pero de mejor
calidad.
Kelleghi o Kelley: alfombra de formato apaisado que mide unos
150-200x300-600 cm. Esta alfombra se ubica tradicionalmente a la cabeza (kalleh
significa « cabeza » en persa) de una alfombra (ghali).
Kenareh: formato también apaisado pero más pequeño; 80-120cmx250-600 cm.
Tradicionalmente se coloca a los lados (kenār significa « lado » en persa)
de una alfombra más grande.
Zaronim: corresponde a un zar y medio. O sea, estas alfombras miden unos 150
cm de largo.
Diferencia entre alfombras turcas y alfombras persas
La diferencia entre las alfombras turcas (o de Anatolia) y las persas es con
mucho una cuestión de fabricación y de tradición en el empleo de motivos
decorativos.
Típicamente, una alfombra tradicional persa se anuda con un nudo asimétrico
(nudo persa o senneh), mientras que la alfombra tradicional turca se anuda
con uno doble simétrico (nudo turco o ghiordes). Finalmente, el proceso de «
nudo simétrico » usado en la alfombra tradicional turca da la impresión de
que la imagen está construida por módulos en comparación con la alfombra
persa tradicional de nudo simple cuyo diseño es mucho más delicado. El
estilo tradicional turco reduce también el número de nudos por metro
cuadrado. Estos factores han contribuido a crear la antigua y tradicional
reputación de calidad de las alfombras persas.
Actualmente es habitual ver alfombras tejidas en Turquía o Irán usando uno u
otro estilo. Cuando se comparan las alfombras, la única manera de
identificar el tipo de nudo usado es doblando la alfombra contra uno mismo y
observar la base del nudo.
Arquitectura de una alfombra
Como si de una obra de arquitectura se tratara, la alfombra se confecciona a
partir de un plano (llamado « cartón »), que muestra la composición, la
disposición de la decoración y la de los motivos. Un maestro (ostad en
persa), no forzosamente tejedor pero sí quizás pintor, dibuja el cartón. El
esquema de una alfombra reproduce a menudo el de una encuadernación de
manuscrito; ambas artes están íntimamente ligadas ya que sus diseñadores son
muchas veces los mismos pintores.
Partes de una alfombra
Las diferentes partes de una alfombra tienen los siguientes nombres:
Bordes secundarios: pueden ser interiores o exteriores (respecto al borde
principal) y son más o menos numerosos y más o menos estrechos. A veces, los
bordes exteriores son de color liso.
Borde principal: completa la ornamentación de la alfombra y proporciona un
equilibrio al conjunto.
Campo: está constituido por la parte interna de la alfombra, delimitada por
los bordes del marco.
Esquinas: las esquinas están formados por los ángulos del campo.
Medallón central: Los medallones son de formas variadas: circular, ojival,
en forma de estrella o poligonal. Pueden estar llenos de colgantes.
Esquemas orientados
Se dibujan alrededor de un único eje de simetría e imponen un sentido a la
alfombra, que sólo se puede mirar desde un único punto de vista. Las
alfombras figurativas a menudo se conciben de esta manera. También es el
caso de las alfombras de oración, que tienen un campo adornado con un arco o
nicho llamado mihrab.
Esquemas no orientados
Estas alfombras pueden mirarse desde cualquier punto de vista ya que sus
dibujos no están orientados. La decoración consta o bien de motivos
continuos, o bien de motivos parecidos repetidos hasta cubrir la totalidad
del campo.
Esquema de motivo centrado.
Este tipo de alfombras también está diseñado para ser mirado desde cualquier
posición, pero su composición posee un elemento central dominante alrededor
del cual se encuentran los motivos secundarios.
Decoración
Alfombras con decoraciones geométricas
Motivos animales de inspiración geométrica: de izda. a dcha.: Perro, gallo,
camello.
Representan el gusto particular de un artesano o las tradiciones de una
tribu.
Estas alfombras están decoradas con elementos lineales (líneas verticales,
horizontales y oblicuas). El dibujo es muy simple y a menudo está formado
por la repetición de un mismo motivo. Los dibujos geométricos se encuentran
generalmente en las alfombras de los nómadas, de las pequeñas ciudades de
Anatolia y del Cáucaso. Los motivos geométricos se han transmitido de
generación en generación, es fácil para el ojo experto reconocer la tribu de
donde provienen.
Alfombras con dibujos curvilíneos o florales
Son el resultado de una evolución que ha seguido la del arte islámico, al
que pertenecen.
Las primeras alfombras con diseños florales se crearon en la época de los
Safavidas, y más concretamente a partir del Sah Tahmasp (1523-1576), para
satisfacer los gustos de los Safavidas. La diferencia entre las alfombras de
los nómadas y las florales se debe al papel del « maestro » (ostad). Él es
quien dibuja el cartón que será reproducido por los anudadores. Los dibujos
de las alfombras de los nómadas se transmiten por la tradición.
FUENTE:WIKIPEDIA.ORG