Vida:
El término vida (latín: vita), desde el punto de vista de la Biología,
que es el más usado, hace alusión a aquello que distingue a los reinos
animal, vegetal, hongos, protistas, arqueas y bacterias (según autores,
también los virus) del resto de manifestaciones de la naturaleza.
Implica las capacidades de nacer, crecer, reproducirse y morir, y,
eventualmente, evolucionar.
Una definición científica puede ser la capacidad de administrar los
recursos internos de un ser físico de forma adaptada a los cambios
producidos en su medio, sin que exista una correspondencia directa de
causa y efecto entre el ser que administra los recursos y el cambio
introducido en el medio por ese ser, sino una asíntota de aproximación
al ideal establecido por dicho ser, ideal que nunca llega a su
consecución completa por la dinámica constante del medio.
Abarca una serie de conceptos del ser humano y su entorno relacionados,
directa o indirectamente, con la existencia.
Generalidades
En la Ciencia:
En términos científicos, y para la Física y otras ciencias afines, la
vida hace referencia a la duración de las cosas o a su proceso de
evolución (vida media, ciclo vital de las estrellas).
En Biología, se considera la condición interna esencial que categoriza,
tanto por sus semejanzas como diferencias, a los seres vivos. En
general, es el estado intermedio entre el nacimiento y la muerte. Desde
un punto de vista bioquímico, la vida puede definirse como un estado o
carácter especial de la materia alcanzado por estructuras moleculares
específicas, con capacidad para desarrollarse, mantenerse en un
ambiente, reconocer y responder a estímulos y reproducirse permitiendo
la continuidad. Dichas estructuras biomoleculares establecen un rango de
estabilidad que permite que la vida sea continuada, dinámica y
eventualmente evolutiva. Así pues, los seres vivos se distinguen de los
seres inertes por un conjunto de características, siendo las más
importantes la organización molecular, la reproducción, la evolución y
el manejo no espontáneo de su energía interna.
En la Medicina, existen distintas interpretaciones científicas sobre el
momento determinado en el que comienza a existir la vida humana, por
tanto, según las convicciones religiosas o ideológicas y los imperativos
legales, la vida existe desde que se fecunda el óvulo o desde que ya
no es posible legalmente el aborto, hasta el cese irreversible de la
actividad cerebral o muerte cerebral. Se define también la vida
vegetativa como un conjunto de funciones involuntarias nerviosas y
hormonales que adecuan el medio interno para que el organismo esté y
responda en las mejores circunstancias a las condiciones del medio
externo, funciones que parecen estar regidas por el hipotálamo y el eje
hipotálamo-hipofisario.
En Cosmología, aún no se conoce ni se sabe si será posible conocer la
existencia de vida en otros lugares del Universo distintos de la Tierra,
pero científicos como el ya difunto divulgador Carl Sagan piensan que,
probabilísticamente hablando, y teniendo en cuenta las condiciones
necesarias para la vida tal como la conocemos, el cosmos es tan inmenso
que se hace necesaria la existencia de, incluso, civilizaciones
avanzadas en otros planetas. La ecuación de Drake es un intento de
estimación inicial del número de civilizaciones existentes fuera de la
Tierra. Una serie de proyectos científicos, los proyectos SETI, están
dedicados a la búsqueda de vida inteligente extraterrestre. Por otra
parte, la reciente teoría de supercuerdas lleva, entre otras
conclusiones, a la posible existencia de infinitos universos paralelos
en parte de los cuales existirían mundos con vida idénticos al que
conocemos, así como también, en otros universos, mundos con variaciones
respecto al nuestro desde sutiles hasta totales, dentro de un enorme
—aunque finito— abanico de posibilidades.
Desde la perspectiva de la Psicología, la vida es un sentimiento
apreciativo por las interacciones del ego con el medio, y, por reacción
a dicho sentimiento, la lucha por sostener su homeostasis en estado
preferente.
En la Filosofía:
Desde una perspectiva filosófica, puede abordarse desde diferentes modos
de conceptualización: objetivismo (Edmund Husserl), dualidad alma-cuerpo
(Platón, Descartes, Max Scheller, Ludwig Klages), mente y cerebro (Henri
Bergson), vida y ser (Héctor Delfor Mandrioni), y la fenomenología del
conocimiento y la aprehensión (Nicolai Hartmann). El concepto de vida
o existencia, inseparable del de muerte o inexistencia, y su
trascendencia, han sido y son diferentes en los distintos lugares y
épocas de la historia de la humanidad. La importancia primordial de la
vida para el ser humano influye en el lenguaje, de forma que son
numerosos los diferentes usos y expresiones que contienen este
término.
En la Religión:
Para la mayoría de las religiones, la vida presenta connotaciones
espirituales y trascendentales.
Definiciones de vida
Inespecífica:
Fuerza interna sustancial mediante la que obra el ser que la posee.
Filosófica:
Actividad natural inmanente autoperfectiva.
Religiosa cristiana:
La vida humana es un paso que conduce al alma de la inexistencia a la
plenitud eterna en un período de tiempo.
La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro.
O bien:
Estado de actividad. Existencia animada de un ser o duración de esa
existencia.
Religiosa budista:
La vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres
sintientes en el samsara.
Fisiológica:
Un organismo vivo es aquel, compuesto por materia orgánica (C,H,O,N,S,P),
capaz de llevar a cabo funciones tales como comer, metabolizar,
excretar, respirar, moverse, crecer, reproducirse y responder a
estímulos externos.
Pero tales funciones no son del todo determinantes. Por ejemplo, ciertas
bacterias quimiosintéticas anaerobias estrictas no realizan la
respiración. Hoy en día esta definición no se ajusta correctamente y, a
pesar de su popularidad inicial, ha sido ya desechada.
Metabólica:
Un sistema vivo es un objeto con una frontera definida que continuamente
intercambia sustancias con el medio circundante sin alterarse.
También ha sido rechazada por no poder incluir objetos vivos tales como
las semillas, las esporas, o bacterias encapsuladas en estado de
latencia. Y también por definir como vivos entidades tales como el
fuego.
Bioquímica:
Todo organismo vivo contiene información hereditaria reproducible
codificada en los ácidos nucleicos los cuales controlan el metabolismo
celular a través de unas moléculas (proteínas) llamadas enzimas que
catalizan o inhiben las diferentes reacciones biológicas.
A pesar de ser más precisa y acertada, tampoco se la considera una
definición válida ya que excluye la vida fuera de la química que
conocemos y, por ejemplo, la imposibilita en el campo cibernético o en
una química distinta; algo que, hasta ahora, no se ha demostrado.
Genética:
La vida es todo sistema capaz de evolucionar por selección natural.
Una vez más, tal definición no es aceptada por muchos biólogos ya que
incluye los virus dentro del grupo de los seres vivos y podría en un
futuro introducir algún virus informático polimórfico que incluyera
algún tipo de rutina avanzada de evolución darwiniana. Por supuesto
nadie diría que tal programa de ordenador fuera un sistema vivo.
Termodinámica:
Los sistemas vivos son una organización especial y localizada de la
materia, donde se produce un continuo incremento de orden sin
intervención externa.
Esta definición, quizá la mejor y más completa, nace de la nueva y mejor
comprensión del Universo que se ha tenido en este último siglo. Se basa
en el segundo principio de la termodinámica, el cual dice que la
entropía o desorden de un sistema aislado siempre aumenta.
El aumento de orden en un sistema vivo no incumpliría el citado
principio termodinámico, ya que al no ser un sistema aislado tal
incremento se logra siempre a expensas de un incremento de entropía
total del Universo. Así pues, la vida formaría parte también de los
llamados sistemas complejos. (véase complejidad biológica)
Visión retrospectiva del concepto de vida
Tradicionalmente la vida ha sido un concepto abstracto y, por tanto,
difuso y de difícil definición. Por esto se solía definir en
contraposición a la no vida o lo inerte, especialmente aludiendo a las
propiedades diferenciadoras. Lo que más confundía eran las estructuras
víricas, que no comparten todas las propiedades más comunes del resto de
las estructuras vivas. Asimismo tampoco estaba clara la frontera entre
la vida y la muerte, haciendo difícil determinar cuándo acontecía
exactamente ésta última.
Dada la confusión a la hora de definir la vida, se optó por hacerlo en
función de los resultados obtenidos tras el desarrollo completo del ADN,
y no respecto al potencial mismo de esa molécula, de tal modo que se
establecieron algunas características comunes:
Los seres vivos requieren energía. Es decir, se nutren.
Los seres vivos crecen y se desarrollan.
Los seres vivos responden a su medio ambiente.
Los seres vivos se reproducen por sí mismos, sin necesitar ayuda
externa; siendo éste un hecho clave.
Estas características apuntaban a una definición de vida tan simple que
permitía incluir como seres vivos, por ejemplo, a los cristales
minerales, los cuales crecen, responden al medio, se reproducen y por
supuesto consumen energía al crecer y propagarse. Se hacía necesario,
pues, buscar otras características propias de la vida más allá de las
puramente intuitivas.
La definición universal de vida se planteaba como algo bastante más
complejo y difícil. Se ofrecían diferentes definiciones, y era cuestión
de gusto dar por buena una u otra, como se desprende de la sección
Definiciones de vida. En cualquier caso, el concepto de vida ha seguido
una evolución paralela a la de la ciencia que se dedica a su estudio, la
Biología.
Niveles estructurales de los sistemas vivos: Ciencia que lo estudia
Partículas elementales: Física cuántica, Física de partículas
Átomos: Química, Física
Moléculas: Física, Química, Bioquímica, Biología Molecular
Orgánulo: Biología Molecular, Biología celular
Células: Biología celular, Citología
Tejidos: Histología
Órganos: Histología, Fisiología
Sistema: Fisiología, Anatomía
Organismo: Anatomía, Psicología
Población: Sociología
Comunidad: Ecología
Ecosistema: Ecología
Biosfera: Ecología
Se define en Biología como viva la estructura molecular autoorganizada
capaz de intercambiar energía y materia con el entorno con la finalidad
de automantenerse, renovarse y finalmente reproducirse.
La manifestación evidente de lo anterior se muestra en forma de vida.
Esta manifestación se singulariza del resto del ecosistema por un
conjunto de propiedades características, comunes y relativas a ciertos
sistemas materiales, a los que se denominan seres vivos. Un ser vivo
consiste en la conjunción de diferentes sistemas capaces de integrarse
por la conveniencia relativa al ahorro en recursos que supone la
asociación. Los sistemas por separado necesitan un aporte externo y
generan un desecho. El desecho de un sistema sirve para la alimentación
del otro (reciclaje). Dicha integración permite que el organismo (el
conjunto de todos los sistemas integrados) pueda soportar el desorden
inherente a la tendencia natural de cada sistema por separado a
desorganizar la información. El desorden genera una necesidad,
manifestándolo mediante moléculas cargadas, aminoácidos o cadenas de
proteínas. Dichas cargas ponen de manifiesto las propiedades inherentes
del sistema, y que el sistema 'vecino' interaccionará aportando como
desecho, lo que el otro necesita como materia prima. De esta forma se
obtiene y procesa de forma sostenida en el tiempo los materiales y
energía, que se transfieren adecuadamente por cualquiera de los sistemas
capaces de transmitir dicha información. El resultado final minimiza la
entropía interna del sistema vivo, necesitando de aporte externo para
que el proceso no decaiga.
La tendencia al desorden es el resultado del desgaste natural asociado a
las interacciones. Como 'remedio' el organismo reacciona a través del
desarrollo y la evolución, procesos dependientes de la existencia de un
canal de transferencia y/o transacción de cargas (que para el caso de la
vida en la tierra, se compila en la información genética), que nutren de
información a todo el sistema.
El desarrollo exponencial de la tecnología ha llevado recientemente al
científico Raymond Kurzweil a afirmar en su libro La era de las máquinas
espirituales que si, según su pronóstico, a lo largo del siglo XXI fuese
posible la creación de computadoras más sofisticadas que nuestro propio
cerebro, conscientes y capaces de alojar nuestro estado neuronal, dando
así lugar a una copia virtual o real e inmortal de nosotros mismos, el
concepto de inteligencia, de consciencia, y de vida, trascenderían
probablemente a la biología.
Lo vivo
Lo vivo es el estado característico de la biomasa, manifestándose en
forma de organismos uni o pluricelulares. Las propiedades comunes a los
organismos conocidos que se encuentran en la Tierra (plantas, animales,
fungi, protistas, archaea y bacteria) son que ellos están basados en el
carbono y el agua, son conjuntos celulares con organizaciones complejas,
capaces de mantener y sostener junto con el medio que les rodea, el
proceso homeostático que les permite responder a estímulos, reproducirse
y, a través de procesos de selección natural, adaptarse en generaciones
sucesivas.
En la biología, se considera vivo lo que tenga las características:
Organización: Formado por células.
Reproducción: Capaz de generar o crear copias de si mismo.
Crecimiento: Capaz de aumentar en el número de células que lo componen
y/o en el tamaño de las mismas.
Evolución: Capaz de modificar su estructura y conducta con el fin de
adaptarse mejor al medio en el que se desarrolla.
Homeostasis: Utiliza energía para mantener un medio interno constante.
Movimiento: Desplazamiento mecánico de alguna o todas sus partes
componentes, Se entiende como movimiento a los tropismos de las plantas,
e incluso al desplazamiento de distintas estructuras a lo largo del
citoplasma.
Una entidad con las propiedades indicadas previamente se lo considera un
organismo.
A pesar de que no puede indicarse con precisión, la evidencia sugiere
que la vida en la Tierra ha existido por aproximadamente 3700 millones
de años. Hoy el conjunto de toda la Tierra contiene aproximadamente
75000 millones de toneladas de biomasa (vida), la que vive en distintos
medios ambientes de la biósfera.
Las tres funciones básicas de todos los seres vivos
Todos los seres vivos sobre la faz de la Tierra realizan tres funciones
básicas, a saber, relación, nutrición y reproducción,existiendo la
excepción de los virus los cuales sólo realizan la función de relación,
realizando las demás cuando inoculan su ADN a una célula y utilizan sus
mecanismos de nutrición y reproducción,de ahí,que se haya dicho que los
virus están entre lo vivo y lo no vivo.
Las bases de lo vivo
Una estructura viva es una disposición de elementos químicos, dispuestos
de tal forma que, en su estado más estable, se puede asemejar a un
'esquema energético' a la espera de ser 'leido'. Es en ese momento
cuando se expresan las reacciones necesarias para obtener homeostasis.
Dicha estructura, que comprende un organismo, es la base sobre la que
pueden establecerse las estructuras materiales vivas.
La acción de 'leer', no es otra que el evento que desencadena las
reacciones necesarias para poner en marcha el programa genético, unidad
en la que se condensa el 'esquema energético'.
Características de la materia viva
Qué no es vida
No es vida cualquier otra estructura del tipo que sea (aunque contenga
ADN o ARN) incapaz de establecer un equilibrio homeostático (virus,
viriones, priones, células cancerígenas o cualquier otra forma de
reproducción que no sea capaz de manifestar una forma estable
retroalimentaria sostenible con el medio, y provoque el colapso
termodinámico). Así, se puede concluir que una célula está viva, pues
posee una regulación homeostática relativa a ella misma, pero si no
pertenece a un organismo homeostático, no forma parte de un organismo
vivo, consume recursos y pone en peligro la sostenibilidad del medio en
el cual se manifiesta.
Vida en la Tierra
La existencia de vida, y concretamente la vida terrestre puede definirse
con más especificidad indicando, entre otras cosas, que los seres vivos
son sistemas químicos cuyo fundamento son cadenas de átomos de carbono y
que son ricas en hidrógeno (reducidas), que se distribuyen en
compartimentos llenos de disoluciones acuosas y separados por membranas
funcionalmente asimétricas cuya zona interior es hidrófoba; esos
compartimentos constituyen células o forman parte de ellas, las cuales
se originan por división de células anteriores, permitiéndose así el
crecimiento y también la reproducción de los individuos. Los sistemas
vivos no forman un sistema continuo, cerrado y hermético; sino una
multitud de sistemas discretos, que llamamos organismos.
Rasgos comunes de las estructuras orgánicas
El estudio de la vida se llama
Biología y los biólogos son los que estudian sus propiedades. Tras el
estudio por parte de éstos, se hace evidente que toda reacción
bioquímica capaz de establecer una estructura homeostática que
desarrolle la función metabólica, se la puede definir como materia viva
orgánica u organismo, compartiendo algunas características comunes,
producto de la selección natural:
Un organismo requiere aporte externo de energía para poder sostener su
ciclo metabólico. Dada la tendencia constante a degradar la usada, se
establece una resistencia que ofrece toda materia viva a ser animada.
Este hecho se hace evidente al observarse la tendencia a degradar a
materia inherte. Es decir, se alimentan para no morir.
Un organismo usa todos los recursos disponibles y compatibles con su
estructura para perpetuar su esquema molecular (ADN), desechando lo
inservible y desarrollando lo útil. En las estructuras vitales más
complejas, esto se observa por el hecho de que crecen y se desarrollan.
Un organismo es receptivo a los estímulos del medio ambiente, siendo
éste el único medio por el cual poder reponer los recursos perdidos. Si
deja de responder, dejará de ser materia viva.
Un organismo responde a un medio favorable activando los procesos que le
permitirán duplicar su esquema molecular y transferir sus funciones de
manera que fomente ese esquema al máximo de sus facultades vitales. En
función de los recursos disponibles del medio, esas facultades serán más
o menos intensas.
La vida se agrupa en diversos niveles estructurales jerarquizados. Así
se sabe que la unión de células pueden dar lugar a un tejido y la unión
de éstos dan lugar a un órgano que cumple una función específica y
particular, como el caso del corazón o el estómago. De esta forma los
diversos niveles de jerarquización de la vida se agrupan hasta formar un
organismo o ser vivo, éstos al agruparse siendo de una misma especie
forman una población y el conjunto de poblaciones de diversas especies
que habitan en un biotopo dado forman una comunidad.
El origen de la vida
No existe un
único modelo para el origen de la vida, sin embargo la mayoría de los
modelos científicos actuales aceptados se basan en los siguientes
descubrimientos, los cuales son listados en el orden en el cual han sido
postulados:
Condiciones prebióticas plausibles que resultaron en la formación de las
pequeñas moléculas básicas para la vida. Esto ha sido demostrado en el
experimento de Miller y Urey.
Los fosfolípidos espontáneamente forman lípidos bicapa, que son la
estructura básica de la membrana celular.
Los procedimientos para producir moléculas aleatorias de ARN pueden
producir ribosomas, las cuales son capaces de reproducirse bajo
condiciones muy específicas.
Existen muchas hipótesis distintas sobre el camino que pudo haber tomado
el origen de la vida para pasar desde moléculas orgánicas simples hasta
constituir protocélulas y metabolismos diversos. Muchos modelos caen
dentro de la categoría "genes primero" o la categoría "metabolismo
primero", sin embargo la tendencia actual es la aparición de modelos
híbridos que no caen en ninguna de las categorías anteriores.
Ejemplo de modelo híbrido
Las estructuras moleculares esenciales para la vida, se
formaron y desarrollaron por aparecer en un preecosistema que así lo
permitió, en su estado prebiótico. El origen de la vida es el resultado
termodinámico del acoplamiento de diferentes átomos en un medio que
fomentó la aparición de moléculas más complejas, pues termodinámicamente
hablando era lo más óptimo.
Ofreciendo un bajo potencial energético (una molécula de adenina no es
físicamente reactiva, es estable en el tiempo, y poca utilidad tiene en
una central eléctrica o en una reacción de fusión nuclear), pero alto
potencial bioenergético (debidamente acoplada a una molécula de ribosa,
forma un reactivo bioquímico muy potente), favorecieron la aparición de
otras propiedades, que emergieron por la abundancia de esas moléculas.
Las formas biológicas más primitivas establecen la formación de
biomoléculas, basta un esquema simple molecular, que adecuadamente
estimulado bioquímicamente hablando, pueden dar estructuras más
complejas (Aminoácidos).
Según el medio iba cambiando, las estructuras también lo hacían,
estableciendo un proceso evolutivo basado en una función
retroalimentada. La abundancia de biomasa, fomentó la agudeza de ciertas
propiedades, que en otras circunstancias pasarían desapercibidas, tales
como la hidrofobicidad, ósmosis, catálisis, permeabilidad, etc. La
semejanza y simetría de ciertas propiedades de ciertos elementos,
generaron barreras de potencial por diferencia de densidad; dicho medio
aislado, variaba con el tiempo y los materiales generados en el
interior, desetabilizaban dicha barrera: En ocasiones, cierta parte de
esa barrera de potencial, se debilitaba en ciertas partes, permitiendo
la entrada de nuevos elementos (propiedades electrolíticas). Por el
simple acoplamiento debido a las diferentes propiedades de densidad de
los elementos, las disposiciones de los aminoácidos comenzaron a formar
estructuras más sólidas, definiendo una clara membrana compuesta de
proteinas y emergiendo una nueva propiedad: La permeabilidad selectiva.
Según el medio contuviese más o menos materia orgánica, las
combinaciones moleculares darían combinaciones más complejas y con mayor
potencial bioquímico. El primer microorganismo que apareciese aportaría
al medio los desechos orgánicos que no necesitase, así como su propia
estructura. Floreciendo este primer microorganismo, abriría el abaníco
de posibilidades aún más.
El alimento es la principal fuente de evolución de los seres vivos. De
hecho, si la vida tiene la forma que tiene es porque es sostenible desde
un punto de vista termodinámico. Las formas de vida que se alimentan de
estructuras vivas, aportan a su sistema información de como ser
energéticamente más adaptables. La fuente de alimento es el principal
resorte de selección natural. Así se establece el ciclo retroalimentario
de la siguiente manera: Las estructuras moleculares aportan al medio
estructuras orgánicas homeostáticas, a su vez estas estructuras
necesitan energía para mantenerse activas y son al mismo tiempo un
aporte de variabilidad al entorno que les rodea. Por lo que la evolución
no hubiera sido posible de no existir tanto un punto de inicio
biomolecular, como estructuras homeostáticas que aporten al medio más
información de cómo ser termodinámicamente óptimo. Todo este proceso es
sostenible gracias al aporte energético de la estrella más cercana, el
sol, y por la disipación de esa energía en el frío espacio, se establece
un ciclo físico y posiblemente (como es el caso de la Tierra) biológico.
Astrobiología
Artículo principal: Astrobiología
Para deducir el tipo de vida que pueda existir en otros planetas, se
deberá observar el aporte energético de la estrella más cercana, pues,
si es demasiado, la energía aportada al planeta será tan intensa que
hará imposible establecer moléculas biológicamente estables; si es
escasa, las formas de vida quizás no se desarrollen más que a nivel
bacteriano. Las condiciones físicas del planeta pueden influir en la
cantidad de energía que llega de la estrella a su superficie, y
establecerán los cauces de la evolución biológica, pues de florecer este
tipo de actividad, será capaz de influir en el medio, adaptarse al mismo
y transformarlo. Sólo ha de cumplir el requisito termodinámico:
sostenibilidad entre el aporte y la disipación energética.
Indudablemente, su esquema biomolecular será el resultado de las
condiciones físicas que lo han condicionado. Así, de forma paralela a la
evolución, la selección natural es la función que permite el desarrollo
sostenible de la vida en el planeta.
Especulaciones recientes:
Existe una hipótesis aún no demostrada que matiza la definición
termodinámica de la vida, y defendida por Lynn Margulis. Ésta considera
la vida como un sistema complejo que surge bajo condiciones iniciales
favorables, y que localmente acelera la conversión energética entre, en
nuestro caso, el calor del Sol y el frío espacio. La larga vida media de
una estrella permite que este sistema vivo evolucione a niveles cada vez
más complejos, dado que el sistema se perpetúa mediante material
genético de copia imperfecta (definición bioquímica) y de alguna forma
es seleccionada siempre la copia más eficiente (definición genética)
siendo ésta la más favorable termodinámicamente.
Esta interpretación no sirve para definir mejor qué es la vida, pero
complementa la visión termodinámica con un porqué. No sólo lo vivo
tiende a aumentar el orden sin una ayuda material externa, sino que
además este aumento del orden es perfectamente lógico con la tendencia
al desorden general, porque para ello se utiliza constantemente energía.
En parte, da una vuelta al enfoque y un ser vivo pasa de ser el que
utiliza la energía para vivir al que vive para utilizar la energía. Lo
que nos lleva a la definición del principio.
Interpretaciones de la vida según diversas religiones
Para las religiones monoteístas, la vida es la unión del alma y del
cuerpo, de forma que se diferencia entre la vida del cuerpo, que es
mortal, y la vida del alma, que es eterna. En el caso del cristianismo,
a los animales que creó Dios se les llama «seres vivientes... todo ser
viviente». La palabra hebrea que aquí se
tradujo como «ser» es «nefesh», que también se traduce como «alma».
Según acepta la comunidad creyente, existe vida después de la muerte,
denominada vida eterna, término que aparece en la Biblia. Cuando alguien
fallece, se dice con frecuencia que pasó a mejor vida, expresión que
actualmente se usa también como eufemismo de la muerte y de forma
desligada de la espiritualidad. Según las corrientes creacionistas, la
vida fue creada de forma instantánea por Dios. En el Génesis, por
ejemplo, se dice que toda la vida fue creada por Dios al principio de
los tiempos, entre el tercer y sexto día de la Creación.
Para el budismo, la vida es cada uno de los estados de reencarnación de
los seres en el samsara. El concepto de alma no existe en esta
religión. Existe, en su lugar, una energía metafísica imperecedera y
cambiante denominada karma.
Fuentes:
Wikipedia.org / InfoUruguay
VOLVER |