Definición: Un fenómeno paranormal es aquel que:
No ha sido explicado en términos de la ciencia actual y únicamente se
puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de
la ciencia;
No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de
las expectativas referentes a la realidad.
Ejemplos de presuntos fenómenos paranormales son la telepatía (o
capacidad de comunicarse con el pensamiento o leer el de otra persona),
la psicoquinesis (o capacidad de mover objetos con la voluntad pero sin
tocarlos), la adivinación en sus múltiples formas, la comunicación con
los espíritus, la percepción extrasensorial (que puede incluir a algunas
de las anteriores), presencias de fantasmas, posesiones, reencarnaciones
y otros presuntos fenómenos sobrenaturales post-mórtem, así como
disciplinas y pseudociencias como la astrología, la lectura del Tarot y
otros oráculos, la brujería, la magia y el esoterismo, medicinas
alternativas y movimientos tales como el teosofismo y el New Age así
como ciertas creencias orientales adaptadas al mundo occidental.
Una definición más amplia puede incluir:
presuntos avistamientos de ovnis,
contactos con extraterrestres,
criptozoología o
supuestos misterios que no son tales (como el triángulo de las
Bermudas).
El número de presuntos fenómenos es
casi inagotable:
levitación,
combustión espontánea,
teletransportación,
fotografía kirliana,
entre otros.
Difusión actual
A finales del siglo XX, la creencia en lo paranormal se ha difundido
considerablemente, con miles de libros y secciones enteras de librerías
dedicados al tema, revistas, un sinfín de películas y de series de
televisión como Los Expedientes Secretos X , Supernatural o la Dimensión
Desconocida y programas de difusión tales como Cuarto Milenio.
Según un estudio de Gallup en 2005 en EE. UU., 73% de los encuestados
creían en al menos uno de diez fenómenos paranormales incluidos en la
encuesta..
Los fenómenos eran los siguientes (número de respuestas positivas entre
paréntesis):
percepción extrasensorial (41%)
casas embrujadas (37%)
fantasmas (32%)
telepatía (31%)
adivinación del futuro (26%)
astrología (25%)
brujas (21%)
comunicación con los muertos (21%)
reencarnación (20%)
canalización de entidades espirituales (9%).
Investigación y métodos
La investigación de los fenómenos paranormales, es a menudo complicada,
por ser difícil de explicar en elámbito de las normas científicas
existentes o las teorías conocidas actualmente. A pesar de esta
dificultad, existen algunos estudios sobre lo paranormal que son
periódicamente realizados por investigadores de diferentes disciplinas
en varias universidades. La investigación de lo paranormal es en gran
parte realizada en el campo multidisciplinario de parapsicología.
Aunque la parapsicología tiene sus raíces en investigación anterior, se
comenzó a utilizar el enfoque experimental en la década de 1930 bajo la
dirección de J. B. Rhin (1895 - 1980). Rhin popularizó una metodología
con la utilización de una serie de tarjetas con unos símbolos
determinados, y dados especiales para experimentos en el laboratorio,
con la fin de poder encontrar una correlación estadística de la
percepción extrasensorial.
En 1957, en EE. UU. fue fundada la Parapsychological Association para el
estudio organizado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969,
fue admitida en la prestigiosa Asociación Estadounidense para el Avance
de la Ciencia. Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los
fenómenos psíquicos en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la
investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones
con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de
Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la
Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias
Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian
(1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas
paranormales en diversos grados.
Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto
de Investigación de Stanford durante este tiempo. El estudio de lo
paranormal se encuentra en general con la dificultad de estudiar
científicamente el fenómeno, aunque en algunas universidades es
estudiado usando métodos experimentales; esa dificultad causa que
todavía no se encuentra dentro de ningún campo aceptado por la mayoría
de la comunidad científica. Los presuntos fenómenos son por tanto
difíciles de caracterizar y explicar incluso si se suponen reales.
Actualmente la psicología mayoritariamente no se adhiere a los
postulados de la parapsicología. En 1978 el catedrático de psiquiatría
checo Stanislav Grof, radicado en EE. UU., funda la "Asociación
Transpersonal Internacional" impulsando el estudio y la investigación de
los estados modificados de la conciencia. Su aporte a la Parapsicología
ha sido básicamente el concebir la conciencia humana, no sólo como un
mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un
modo transmaterial, y que trascendería por tanto los límites del tiempo
y del espacio. Los fenómenos paranormales, mediúmnicos y místicos
tendrían por tanto cabida para estudio en este nuevo modelo de la psique
humana que ha desafiado los postulados establecidos por la ciencia
convencional.
Diversos estudiosos de los fenómenos paranormales han intentado
desarrollar metodologías de estudio más o menos formales. Entre dichas
metodologías se pueden distinguir las siguientes.
Enfoque en la recolección de evidencia anecdótica
Muchos estudiosos del fenómeno se dedican a catalogar evidencias
anecdóticas, recuentos de presuntos testigos que afirman haber
presenciado un fenómeno paranormal. Es uno de los métodos más comunes,
ejemplificado por el trabajo de Charles Fort (1874-1932), que recopiló
unas 40.000 notas de fenómenos inexplicados, de las que escribió siete
libros, de los cuales perduran cuatro: The Book of the Damned (1919),
New Lands (1923), Lo! (1931) y Wild Talents (1932).
Los escépticos señalan que dicha metodología adolece de falta de
falsabilidad (la imposibilidad de diseñar un experimento que pruebe la
falsedad de la afirmación), y de sesgo cognitivo (la tendencia subjetiva
del observador o del testigo a creer con mayor facilidad ciertas
afirmaciones acordes con su visión del mundo) y otras falacias que
invalidan dicho enfoque.
Enfoque de participante-observador
Este enfoque consiste en que el observador se sumerge en el fenómeno
estudiado, presuntamente experimentándolo y entendiéndolo mejor.
Típicamente requiere que el observador tenga un conocimiento de primera
mano del fenómeno visitando el sitio donde presuntamente ha ocurrido.
Por ejemplo, un observador puede llevar a cabo una sesión espirista en
una casa embrujada. Los proponentes de este enfoque señalan que tiene
raíces filosóficas en la fenomenología.
La crítica científica del método es similar a la de la evidencia
anecdótica, añadiéndose que la subjetividad del observador se ve
incrementada al participar directamente. Se menciona también la falta de
sistematización en la recolección de datos y las posibles desviaciones
introducidas por el observador (compárese con la metodología del doble
ciego).
Enfoque experimental
Varias universidades del mundo e investigadores independientes estudian
la parapsicología usando métodos experimentales (no necesariamente el
uso del método científico, o su realización al 100%), para intentar
probar los fenómenos;. Uno de los pioneros en este campo fue J. B. Rhine
(1895 – 1980).[3]
La Sociedad Parapsicológica de EE. UU., fundada en 1957, fue admitida en
1969 en la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Esto
coincidió con un renovado interés en experimentos parapsicológicos en
los años setenta, que llevaron incluso a instituciones como el Stanford
Research Institute a efectuar experimentos en parapsicología, incluyendo
uno con el famoso Uri Geller. En la URSS y en los países de su ámbito de
influencia, hubo también mucho interés en el estudio de la
parapsicología en esos años, que vieron la fundación de múltiples
cátedras y sociedades estatales especializadas, que intentaron, en
diversos grados, seguir un programa experimental. Entre ellas estuvieron
la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de
Paraciencia (1971), la Academia de Religión e Investigación Psíquica, el
Instituto para las Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación
Internacional de Investigación Kirlian (1975). En España existe la
Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP).
Los resultados experimentales proveniente de estos esfuerzos hasta ahora
no han sido universalmente aceptados y en pocas ocasiones se han
aceptado sus resultados para su publicación en revistas científicas con
peer review (revisión por pares), el método normal de difusión y
aceptación de teorías científicas bien fundamentadas.
Para contrarrestar la creciente influencia de la parapsicología, también
en los años setenta se crearon una serie de organizaciones escépticas,
principalmente el Comité para la Investigación Científica de
Afirmaciones Paranormales (1976), ahora llamada Committee for Skeptical
Inquiry (Comité para la Investigación Escéptica), junto con su revista,
el Skeptical Inquirer. En España la organización equivalente es la
Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, llamada por razones
históricas ARP-SAPC, y el Círculo Escéptico.
La opinión científica
La mayoría de los científicos se muestran escépticos o afirman que no
existen fenómenos paranormales: según ellos, estos presuntos fenómenos
no son observables de una forma sistemática y repetible, con lo que es
imposible aplicarles el método científico. Las críticas principales han
sido consignadas en el apartado de metodología: sesgo del observador,
ausencia de repetibilidad y falsibilidad, recolección de datos poco
sistemática, evidencia anecdótica, diversas falacias lógicas,
subjetivismo. A esto se añade el famoso principio popularizado por el
astrónomo Carl Sagan, en el sentido de que "afirmaciones extraordinarias
requieren evidencia extraordinaria". Es decir, una afirmación que se
sale de lo común, como por definición es cualquier afirmación sobre un
fenómeno paranormal, no puede ser creída a menos que la evidencia en
favor de dicha afirmación sea abrumadora.
En el mismo sentido, los escépticos acusan con frecuencia a los
estudiosos de lo paranormal de adolecer de una excesiva credulidad,
tomando como verdaderas todas las afirmaciones paranormales sin
someterlas a la menor crítica, o directamente de ser charlatanes, de
intentar engañar al público con un propósito espurio, típicamente
económico.
En todo caso, según los escépticos, sí cabe una posibilidad de
considerar los presuntos fenómenos parapsicológicos en el campo de la
ciencia: dentro de la psicología individual y social, no tanto como
fenómenos reales sino como estudios en la percepción y en el desarrollo
de creencias.
Fuentes: Wikipedia.Org
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