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“Aprendemos Equidad”, con su propuesta “Las manos de mi madre, una mujer rural”. 

La Escuela Nº 12 es la escuela unidocente de Pueblo Ferrer. Está ubicada entre ruta 6 y 41, a siete kilómetros de Capilla del Sauce. Este año cuenta con siete niños, de primero a sexto grado, y con una auxiliar de servicio.

En Pueblo Ferrer viven tres familias y todas fueron parte del audiovisual presentado por los niños.

Se enteraron de la tercera edición del concurso “Aprendemos Equidad” por un correo electrónico que les llegó desde la Inspección de Florida. La Maestra CAPDER del departamento envió un comunicado y el correo electrónico a todas las escuelas rurales para invitarlas a participar.

“La propuesta me pareció genial porque era la oportunidad que tenemos las escuelas rurales de mostrar el trabajo de las mujeres rurales, y todo ese trabajo que se hace de forma diaria, y como se hace en la casa de cada una de las madres, de las mujeres, eso no se reconoce, entonces era la oportunidad para ir a la casa de esa mujer, hacerle una entrevista y mostrar todo lo que hace”, cuenta la maestra, María Belén Ferreira.

María Belén tiene 28 años y cuenta que ama la educación rural. Es lo que le “llena el alma”.

Pensar, planificar y llevar a cabo la filmación

“Lo primero que hicimos fue trabajar el concepto de equidad: con qué ideas o conceptos se relacionaba, y después lo llevamos al medio rural: qué es equidad pero en el medio rural... Leímos las bases del concurso, votamos en qué categoría queríamos participar y ganó el audiovisual... Había que ver con qué intención lo íbamos a hacer, quiénes iban a ser los destinatarios, qué mensajes queríamos transmitir... Ahí surgió la idea de hacer un informativo y entrevistas a las mamás”, cuenta María Belén.

Entre anécdotas del día de la filmación, la maestra nos habló del respeto que se generó al momento de trabajar en el proyecto: “es de destacar el respeto que había al escuchar cada madre... Lo grabamos y lo disfrutamos, lo pasamos bien mientras lo hacíamos y eso quizá fue la chispa que potenció nuestro trabajo, pero la verdad que el momento de prepararlo, de grabarlo, de ir a la casa de cada una de las madres, buscar dónde íbamos a hacer la entrevista... Incluso, creo que en todas las entrevistas hay un animal en la vuelta, y es porque es así, es así el entorno. Estuvo genial. Lo disfrutamos haciéndolo”.

Entre todos eligieron poner la voz de Mercedes Sosa como tema de fondo para el audiovisual, con “Las manos de mi madre”: “Llegamos a la conclusión de que las manos de la madre de cada uno son lo más... Son manos que cuidan, que protegen, que enseñan, que educan, y que además, son manos de mujeres rurales”.

Los premios

Por obtener el primer puesto en la categoría audiovisual, cada niño recibió una mochila con útiles escolares y una Smart tv de 42 pulgadas para la escuela: “Está genial porque nosotros teníamos una pero ya habíamos hablado con los niños que la íbamos a donar a una escuela vecina que no tiene tele... Ellos, súper copados”, cuenta la maestra.

María Belén quiso compartir una frase de Eduardo Galeano, que, según dijo, es pilar en la escuela y la tienen presente en todo lo que hacen: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños y haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el mundo... Y justamente eso fue lo que pasó con este proceso de participar en el video: que nosotros, en nuestra ruralidad, en este rinconcito del departamento de Florida, tengamos la satisfacción de ganar un concurso a nivel nacional, fue un golazo. Y las madres, protagonistas, y los niños, lo disfrutaron al máximo. Me parece que nosotros, como maestros rurales, tenemos que ser agentes de cambio, y tenemos que brindar oportunidades. Y yo estoy súper agradecida porque en mi escuela, esas oportunidades siempre se toman. Nunca hay una cara larga o un ‘no maestra, estoy cansado’; siempre vamos para adelante. Entonces, eso a mí más me empodera como maestra, y en mi rol de docente, de ir para adelante e inventar cualquier locura y que ellos se prendan. Y lo mismo con las familias, que son súper respetuosas, siempre con buena voluntad... al pie del cañón, para pintar la escuela, cortar el pasto, arreglar lo que haya que arreglar... los padres siempre están”.

La humildad como fortaleza

“La grandeza y lo más potente que tienen esas familias es su humildad, y su humildad no es una limitación: ellos son felices con lo que tienen y lo que tienen lo dan sin ningún remordimiento. Yo he llegado a la escuela en moto, con frío, y tengo los palitos secos para prender la estufa, o el patio barrido... Y esas son cosas que nos ayudan, como personas nos llenan el corazón y nos hacen dejarlo todo por la educación de nuestro país, que siempre está en nuestras manos. A veces es más fácil echarle la culpa al sistema, a las familias, al entorno, al coronavirus... pero está en nosotros como docentes sacar lo mejor de esos niños y de la comunidad rural”, dice la maestra.

El concurso

El concurso “Aprendemos Equidad”, en su tercera edición recibió 28 expresiones artísticas realizadas por más de 200 escolares del medio rural. La convocatoria tuvo como objetivo reflejar la mirada de niños y niñas en relación al empoderamiento y ejercicio de derechos por parte de las niñas y mujeres rurales en particular, orientado a la promoción de la equidad de género.

Los trabajos reflejaron la diversidad de miradas y posiciones que niños y niñas plasmaron a través de sus obras. Las postulaciones mostraron un gran abanico de trabajos, incluyendo audiovisuales, poemas, canciones, videos testimoniales, dibujos y maquetas.

El concurso se desarrolló en el marco del Decenio de la Agricultura Familiar y del compromiso del Estado uruguayo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a iniciativa de la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP (DGDR – MGAP), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Consejo de Educación Inicial y Primaria de la ANEP (CEIP – ANEP).

Fuente: www.gub.uy