Tabaré Vázquez fue distinguido como Héroe de la Salud Pública por la OPS
“Continuaré trabajando para ayudar a que el oficio de vivir sea el mejor del mundo”.
“Continuaré trabajando para ayudar a que el oficio de vivir sea el mejor del mundo”.
“Esto es mucho más que un diploma, es un compromiso para demostrar a diario que el reconocimiento es merecido”, sostuvo Tabaré Vázquez, al ser distinguido como Héroe de la Salud Pública por la OPS. “No trabajé para ser héroe y no sé si lo soy, pero sé que seguiré trabajando para ayudar a que el oficio de vivir sea el mejor del mundo”, añadió el mandatario, tras indicar que recibió el galardón en nombre del pueblo uruguayo.
El presidente Tabaré Vázquez habla en Washington tras recibir galardón de la OPS
Pie de foto: El presidente Tabaré Vázquez habla en Washington tras recibir galardón de la OPS
“Me embarga una gran emoción en un momento como este y doy gracias al Consejo Directivo (de la Organización Panamericana de la Salud) por el título con que me honra y agobia, porque ser héroe es sencillamente abrumador”, dijo Vázquez, al recibir el reconocimiento de ese organismo internacional, sector continental de la Organización Mundial de la Salud.
Vázquez, tras recibir la distinción Héroe de la Salud Pública de las Américas 2018, agradeció a quienes lo “llevaron” hasta allí: su familia, sus docentes, sus colaboradores y sus pacientes, así como a su país, que le permitió crecer como persona, capacitarse como médico y formarse como ciudadano.
“Es en nombre de la Republica Oriental del Uruguay y del pueblo uruguayo que recibo este reconocimiento”, puntualizó.
Luego definió el galardón como mucho más que un diploma: “es un compromiso, el compromiso de demostrar a diario que el reconocimiento es merecido”. “No trabajé para ser héroe y no sé si lo soy, pero sé que continuaré trabajando para ayudar a que el oficio de vivir sea el mejor del mundo”, agregó.
“Es un objetivo ambicioso y quizás inalcanzable, pero vale la pena intentarlo. La actividad científica y el quehacer político son dos formas de intentarlo, no son las únicas, ni mejores ni peores que otras, pero fueron las que encontré en mi camino y me acompañan desde hace muchos años”, señaló.
Más adelante en su alocución, el mandatario uruguayo dijo que, cuando ciencia y política se encuentran en pleno funcionamiento de la democracia, ambas se benefician, y, sobre todo, la que se beneficia es la sociedad, porque es la que ve los resultados concretos de “la ciencia con conciencia” y la política de cara a los anhelos de la población, porque la realidad es lo que la gente vive a nivel cotidiano.
Habló del compromiso con los derechos humanos, sobre los cuales el acceso a la vida saludable es fundamental.
“La enfermedad es materia de los médicos y de la medicina, pero la salud es un asunto de la sociedad en su conjunto; es responsabilidad de los gobiernos y compromiso de toda la sociedad”, insistió. En ese sentido, sostuvo que las políticas referidas al control de consumo de tabaco, prevención y control de las enfermedades no transmisibles (ENT), así como el diagnóstico oportuno, tratamiento y cuidados paliativos del cáncer son testimonio de ello.
Vázquez entiende que para revertir la creciente morbilidad y mortalidad del cáncer y de otras ENT es imprescindible adoptar decisiones políticas con fuerza, determinación y voluntad e implementar estrategias que reduzcan la pobreza, promuevan la inclusión social y la alimentación, así como sistemas integrados que incluyan la detección temprana, diagnóstico a tiempo, tratamiento y seguimiento de estas enfermedades para todos los ciudadanos sin exclusiones.
“Todo esto no se logra solo en laboratorios, consultorios, despachos de gobierno y recintos parlamentarios; todos son importantes, pero si la sociedad en su conjunto no siente que estas políticas son suyas y no se involucra, los resultados no serán los peores, pero tampoco los mejores posibles”, insistió.
“Sin la democracia, no logramos la mejor vida. En esa tarea está y persistirá Uruguay”, dijo el mandatario, quien aclaró que no pretende ser modelo de nadie, sino que apuesta a avanzar en conjunto. “Por eso, llevaremos nuestro compromiso y confianza a la Tercera Reunión sobre ENT el jueves 27, en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, sostuvo Vázquez, oportunidad en la que presentará el informe del grupo de alto nivel que copreside.
El mandatario confía en que, de ese encuentro, surgirá un renovado impuso a las nueve metas mundiales fijadas sobre ENT y a la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030: reducir a un tercio las muertes por enfermedades no transmisibles.
Dra. Carissa Etienne.
Directora de la Organización Panamericana de la
Salud;
Distinguidos integrantes del Consejo Directivo de
OPS;
Señoras y señores:
Gracias al Consejo Directivo de la Organización
Panamericana de la Salud por el título con que me
honra y me agobia, porque ser héroe, hasta por el
significado etimológico de la palabra, es
sencillamente abrumador.
Gracias a todos ustedes, por acompañarme en este
momento.
Gracias a quienes me trajeron hasta aquí: mi familia,
mis docentes, mis condiscípulos y colegas, mis
colaboradores, mis pacientes. Fundamentales
anónimos sin cuyas enseñanzas, confianza y apoyo
ese recorrido hubiera sido imposible.
Gracias a mi país, que me dio la oportunidad de
crecer como persona, capacitarme como médico y
formarme como ciudadano. En su nombre, República
Oriental del Uruguay, recibo y agradezco este
reconocimiento.
Señoras y señores:
Títulos como el que hoy recibo son mucho más que
un diploma; son un compromiso. El compromiso de
demostrar día a día que el reconocimiento recibido es
justo.
Yo no he trabajado para ser héroe y no sé si lo soy;
pero sé que continuaré trabajando para ayudar a que
el oficio de vivir sea el mejor oficio humano.
Es un objetivo ambicioso, tal vez inalcanzable, pero
vale la pena intentarlo.
La actividad científica y el quehacer político son dos
formas de hacerlo. No son las únicas, por cierto, ni
son mejores o peores que otras modalidades, pero son
las que encontré en mi camino. Quien las puso no sé,
pero ambas me acompañan desde hace ya muchos
años.
Ciencia y política. A primera vista parece una
combinación imposible o por lo menos rara y
conflictiva, sin embargo la realidad no siempre es lo
que parece y al menos en mi caso las mismas
razones que me llevaron a la ciencia me
condujeron a la política.
La ciencia en tanto:
búsqueda del conocimiento;
base para mejores condiciones y calidad de vida
de los seres humanos (todos y durante toda la
vida).
factor de crecimiento económico;
formadora de valores y cultura;
factor esencial en la construcción de la
democracia;
La política en tanto
sistema de valores y principios humanistas;
proyecto y procedimiento para el desarrollo de las
naciones y el fortalecimiento de la comunidad
internacional;
la política en clave de paz, libertad, democracia,
justicia y desarrollo económico con inclusión
social;
la política no como endogamia de poder o
actividad auto referente, sino como articulación
de ese tupido, complejo y rico entramado de
sueños, valores, compromisos e intereses que es
la sociedad; la política de y para los ciudadanos
y la ciudadanía no como teleaudiencia o
mercado electoral, sino como sistema dinámico
de responsabilidades y derechos. El ciudadano
como sujeto de su propia vida y de la sociedad.
Cuando ciencia y política se encuentran en un
contexto de pleno funcionamiento de la
institucionalidad democrática y de una estrategia de
desarrollo en tanto proceso evolutivo,
multidimensional y sustentable, ambas se benefician.
También –y sobre todo - se beneficia la sociedad en su
conjunto en tanto ve los resultados tangibles de la
“ciencia con conciencia” (apelando a la expresión
acuñada por Francois Rabelais) y de la política de
cara a los anhelos, necesidades y derechos de la
gente.
Porque la realidad no es lo que los gobernantes, los
políticos o los analistas y comentaristas más o menos
especializados deseamos o decimos, sino la que la
gente vive cotidianamente.
La realidad está en la calle, en las plazas, en los
mercados, en los lugares de trabajo, en la
intimidad de los hogares, ….. en ese presente
radican varios futuros posibles. ¿Cuál de ellos
será la próxima realidad?
Difícil pronosticarlo, pero la historia no es una
galería de próceres ni una cronología de hazañas. La
historia la hacen los pueblos en un recorrido que
nunca es lineal ni fácil, pero en el cual hay una
pasión que convoca e impulsa: la pasión por la
libertad.
Libertad que no nos garantiza la felicidad, pero nos
dignifica la vida. Sin ella, la vida no tiene sentido.
Libertad que implica compromiso con la democracia
como forma de gobierno y estado de la sociedad y con
los derechos humanos que son, además de un marco
regulador de la convivencia social, la ética de la
libertad y de la democracia
Señoras y señores:
Referir a los derechos humanos es referir también a la
posibilidad de una vida saludable. Esa posibilidad no
debiera ser un privilegio o una casualidad, es un
derecho.
Tampoco debiera ser asunto de médicos solamente.
La enfermedad por cierto que es materia de médicos y
de la medicina, pero la salud es asunto de la
sociedad en su conjunto y de la democracia como
forma de gobierno y estado de la misma.
Las políticas referidas a control del consumo de
tabaco; prevención y control de las Enfermedades No
Transmisibles; prevención, diagnóstico oportuno,
tratamiento y cuidados paliativos del cáncer -por citar
tres casos que conozco de cerca- son testimonio de
ello.
Para enfrentar y revertir la creciente morbilidad y
mortalidad del cáncer y otras enfermedades no
transmisibles es imprescindible adoptar decisiones
políticas e instrumentar estrategias sistémicas para
abatir pobreza, generar inclusión social, promover
educación, impulsar hábitos de vida saludables,
fortalecer sistemas de salud integrados que incluyan
programas nacionales para la prevención primaria,
detección temprana, diagnóstico también a tiempo,
tratamiento, rehabilitación y seguimiento a largo
plazo de estas enfermedades.
Esto no se logra en los laboratorios, consultorios,
despachos de gobierno o recintos parlamentarios,
exclusivamente. Esos ámbitos son importantes, por
cierto; pero si la sociedad en su conjunto no siente
que estas políticas son suyas y no se involucra en las
mismas, sus resultados tal vez no sean los peores,
pero tampoco serán los mejores posibles. La
democracia y la ciudadanía también han de ser
parte del aire que respiramos casi sin darnos
cuenta pero sin el cual es imposible vivir.
Señoras y señores:
En esa tarea está el Uruguay y creo innecesario
entrar en detalles, ya que aquí mismo ha expuesto
nuestra representación encabezada por el Señor
Ministro de Salud Pública, Dr. Jorge Basso.
Pero si creo pertinente expresar una vez más que
persistiremos en esa tarea y que para ello contamos
con ustedes del mismo modo que ustedes, que
también la realizan en sus respectivos países, pueden
contar con nosotros. No somos ni pretendemos ser
modelo de nadie, pero queremos avanzar con todos.
Juntos, entonces, llevaremos nuestra voz, pero
también nuestro compromiso y nuestra confianza, a
la Tercera Reunión de Alto Nivel sobre
Enfermedades No Transmisibles que tendrá lugar el
próximo jueves 27 en el marco del 73º Período de
Sesiones de la Asamblea General de ONU.
Confío que tras dicha Reunión, en la que también
tendré el honor y el compromiso de presentar el
informe encomendado a la Comisión Independiente
creada a instancias del Director General de la
Organización Mundial de la Salud, habrá un
renovado impulso hacia las nueve metas mundiales
de aplicación voluntaria sobre las Enfermedades No
Transmisibles y la meta 3.4 de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible con horizonte 2030, esto es,
reducir en un tercio la mortalidad prematura por
ENT mediante la prevención y el tratamiento.
Tal vez parezca un objetivo demasiado ambicioso.
Pero si somos capaces de renunciar a otras
ambiciones que tanto nos empobrecen y tanto daño
nos hacen, seguramente lo alcanzaremos.
Muchas gracias.
Tabaré Vazquez